Los chillones, los infantiles y los ases de Dios (II)

Segunda y última parte de la entrevista con el sacerdote Alejandro Solalinde.

 

Guadalajara, Jalisco.-El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no tiene enemigos, tiene adversarios “chillones”, aseguró en exclusiva a Partidero el sacerdote católico Alejandro Solalinde Guerra.

“Las personas más privilegiadas, más favorecidas por los regímenes anteriores, hablamos de no pocos empresarios, los que solo buscaban la lana y se corrompieron, hablamos de los que se beneficiaban de las rebanadas del pastel y que ya no tienen esas rebanadas, ahora están chillando”.

Otro grupo que recibía beneficios a través de sus relaciones con el poder político emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) eran algunos miembros del alto clero.

“Hoy que no hay nada de eso, no acaban de digerir a Andrés Manuel. No conozco hasta ahorita a ningún obispo de México que públicamente le haya dado la bienvenida y que exprese su aprobación al presidente legítimo. Podrán no estar de acuerdo con Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), ¡pero con un presidente legítimo! Es una vergüenza que no estén cuando sí estuvieron con los espurios y los corruptos”.

–¿Cuántos obispos hay en México?

–Aproximadamente 90.

–A un año del actual gobierno, ¿ni uno le ha dado la bienvenida a López Obrador?

–Ni uno. Y sí le puedo decir quienes estuvieron sistemáticamente con el PRI y con el PAN.

–¿Como quiénes?

Pues todos, empezando por el cardenal Norberto Rivera Carrera y todos los demás.

–¿Ellos son adversarios del presidente?

­–No, ellos están del lado que les conviene, porque también tienen intereses; fueron formados para estar arriba en una situación privilegiada, no son gente de abajo. Si comparamos la situación de la mayoría de los obispos de México, algunos son muy sencillos, cercanos a la gente humilde, pero otros son unos verdaderos príncipes, si comparamos la vida que llevan con la que llevó Jesús, ¡nada que ver! Claro que hay excepciones, pero por ejemplo, algunos obispos ni siquiera están familiarizados con las víctimas.

 

Feligresía infantil

Algunas estructuras de México en combinación con la alta jerarquía católica han trastocado el pensamiento libre de la población de una manera tramposa y corrupta, que desinforma y manipula, afirmó el sacerdote Solalinde.

Dijo que la mayoría de los dirigentes de la Iglesia católica “han producido una feligresía infantil, inmadura, un clericalismo con un temor enorme”.

Sin embargo, el 1 de julio de 2018 no se dejó manipular y votó por un cambio de régimen, “eso es muy bueno, pero la democracia no es automática”.

Insistió Solalinde en que las sociedades más católicas, las más conservadoras, son manipuladas, son una “feligresía infantil, nos han hecho dependientes a todo lo que diga el cura, y el párroco a lo que diga el obispo y el obispo a lo que diga el Papa. Eso se acabó, tenemos que entender que todas y todos tenemos que trabajar juntos como Iglesia para el reino del Dios; la Iglesia no es un fin, es un medio”.

 

Migración

Ni López Obrador, ni la Secretaría de Gobernación a través de la subsecretaría de Derechos Humanos, ni la Secretaría de Relaciones Exteriores “saben gran cosa de migración, deberían enriquecerse con los aportes de las organizaciones civiles y no con migratólogos, sino con personas que conocemos el terreno”.

–Usted es muy cercano al presidente, ¿no le pidió su opinión?

–En el tema migratorio él había puesto en mí la confianza y finalmente no se pudo llevar a cabo porque Alejandro Encinas parece que fungió como interruptor y ya no se pudo hacer nada.

Los migrantes son muy importantes, pero la prioridad es México, es el cambio, la transformación.

Los ases de Dios

–¿Cuáles son los retos más importantes para el presidente, seguridad o economía?

–Lo que Andrés Manuel tiene en sus manos es una papa en forma de poliedro, tiene muchos ángulos críticos. Ese problema es de todos, no solo de él. Crezcamos, maduremos, dejemos de ser niños y no le echemos al gobierno toda la responsabilidad de este México que nos dejaron.

–Padre, pero el crecimiento económico es casi nulo.

–Los inversores están enojados porque están perdiendo privilegios; los inversores van por dinero, no van por la gente. ¿Cuándo se preocuparon por que la gente tuviera que comer?, ¿cuándo se preocuparon por los pobres? Y en este régimen primero son los pobres. Grábese muy bien lo que le voy a decir: los inversores están creyendo que la vida de México está en sus manos; se equivocan, no son Dios, la vida de México está en manos de Dios y Dios tiene siempre sus ases bajo la manga, y usted lo verá. No soy ingenuo ¡eh!, tengo los pelos de la burra en la mano.

–Los ases a los que hace referencia, ¿saldrán pronto de la manga?

–Probablemente en un mes o mes y medio tengamos noticias.

 

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