Nada que perder
Criterios
“Ama a los fifís, ellos pagan los impuestos con los que El Peje te mantiene”. Es el texto que se lee en un meme que ronda por las redes sociales en las últimas semanas.
Tanto para la Real Academia Española como para la Academia Mexicana de la Lengua, ser fifí tiene que ver con ser alguien presumido, elegante, distinguido y que sigue la moda.
Pero en el imaginario de millones de mexicanos, los fifís son personas acaudaladas, que se han beneficiado tanto del estado de las cosas, que se oponen a cualquier cambio.
Mientras que para el autor del meme –y otros millones de mexicanos– los fifís son quienes crean la riqueza en el país, por lo que mantienen a quienes se les oponen, mediante sus impuestos y a través de los programas sociales.
Divertida paradoja. Pero, como siempre, la realidad es más compleja.
Al cierre de 2018, las grandes empresas en México le debían al Servicio de Administración Tributaria (SAT) una cifra récord de 186 mil 40 millones de pesos, según un reporte de El Universal.
Aún más: a finales del año pasado, El Financiero publicó que, de 2014 a noviembre de 2018, el SAT le ha perdonado 14 mil 503 millones de pesos a varias empresas reconocidas: ICA, Corporación GEO, BBVA Bancomer, Santander, Banamex, HSBC, Banco Azteca, Famsa y Coppel, entre otras.
Para que se dé una idea del tamaño de esta cifra, le cuento lo siguiente: en noviembre, con un gran despliegue mediático, el entonces gobernador Aristóteles Sandoval inauguró el Hospital Geriátrico, con el que se pretende atender a más de 183 mil 714 adultos mayores.
En el estado hay alrededor de 800 mil personas adultas mayores, por lo que estas instalaciones atenderían a una de cada cuatro personas de este grupo. La inversión fue de 424 millones 314 mil 630 pesos, realizada entre el gobierno estatal y federal.
Sin embargo, hace unos días, la directora del Organismo Público Descentralizado de Servicios de Salud Jalisco, Consuelo Robles Sierra, reconoció que el hospital trabaja a mínimos, o sea, que se inauguró sin estar completo. Para echarlo a andar al 100 por ciento, se necesitan alrededor de mil millones de pesos adicionales.
Supongamos, entonces, que un hospital tan relevante como este necesita mil 400 millones de pesos para su construcción y el arranque de operaciones.
Bueno, pues si sumamos lo que deben las grandes empresas y lo que les perdonaron solo entre 2014 y noviembre de 2018 –sin contar las condonaciones de último minuto de sexenio–, esa cantidad equivale a 143 hospitales de esas características.
Parece que, antes de agradecerle a los fifís –y de compartir el meme–, hay que asegurarse de que paguen impuestos.
Porque muchos no lo hacen.