Los indígenas mexicanos, atrasados y precarios
Alfonszo Rubio Delgado
En el país cuyas maravillas se hacen notar, existe una gran deuda. Al parecer contraída por los propios mexicanos. El ala indígena más marginal. Aquella cuyo cerco cultural se dió desde los orígenes de nuestra existencia como mexicanos. Grupos de individuos que desde un principio se cerraron al grueso de la cultura española. Pensaron que harían su vida al margen de esos seres extraños. Que el valor cultural en ellos presente estaba por encima de aquellos. En fin, que con una forma de vida limitada, encontrarían los elementos culturales suficientes para un posible desarrollo. Resultó que andaban muy lejos de la realidad.
Ciertamente la conquista, fué demasiado cara para los mexicanos. El tributo pagado por el atrevimiento de serlo se pagó y se sigue pagando en toneladas de oro, plata y demás metales. Pero, viéndolo en perspectiva, dicho proceso fue necesario. No podemos negar que lo aportado por aquel fenómeno, trajo más beneficios que perjuicios. Los elementos culturales traídos por los españoles fueron superiores a los de Anáhuac. La agricultura la ganadería y su incipiente tecnología, se mostraban superiores a la existente en nuestras tierras. La producción de alimentos se fortaleció. Ya no fue necesario utilizar restos humanos en la gastronomía. La escritura, inexistente en nuestro contexto, surge gracias al alfabeto traído por aquellos.
Ahora bien, la cultura, es el arma que te da una sociedad para abrirte camino en la vida. A la llegada de los conquistadores, la cultura mexica era reducida. Al grado de recurrir al canibalismo para alimentarse. Cosa que fue desechada con la ganadería. En “pocas” décadas, ya existían en México instituciones educativas de un nivel aceptable dentro del planeta. Esto considerando el tiempo y la presión de los iberos bajo el imperio romano.
Acordémonos, que los romanos, siempre que conquistaron un lugar, le imponían su lengua y religión. Su sistema pedagógico es demasiado controversial, aunque muy eficaz. Con el látigo y en enormes campos de concentración, les enseñaban a hablar latín. De esa forma, impusieron su cultura a todos los pueblos de la actual Europa.
En nuestro país, se corrió con otra suerte. Los españoles no pudieron, o no quisieron, imponer la lengua como único idioma. Aunque el español es la lengua mayoritaria, existen grupos de personas con culturas propias. Eso es un retroceso desde la óptica del desarrollo y avance social. Luego, ¿debieron los españoles de haber hecho desaparecer las lenguas indígenas? No necesariamente.
Aunque el problema heredado no ha sido resuelto. Gobernantes van o vienen con las mejores intenciones. Pero nunca le dan solución a aquellos problemas. En este caso nuestro, considero, la solución no es tan complicada. Por ley obligar a esos grupos a enseñar a sus hijos el idioma o dialecto de su comunidad. Pero adoptar el español como segunda lengua. Ello con la finalidad de que se mantengan sus costumbres. Aunque también es necesario que, a través del español, se expanda su cultura, se garantice su desarrollo y equidad.
Los grupos indígenas en México, generalmente, no avanzan. Sus costumbres suelen ser retrógradas. El cultivo de las ciencias y las artes nunca aparece ni ha aparecido con los miembros de esas comunidades. Son gente cerrada cuyo único pensamiento les lleva a la gente marginación. Demasiado estrechos en sus formas de ser y de pensar. Animalizados en muchas de sus expresiones culturales. No admiten que otro tenga razón. Y amenazan.
Ellos consideran que esa cultura ancestral, llena de limitaciones, es lo adecuado. Obvio, nunca han conocido algo mejor. Nunca han tenido la oportunidad de tener las bondades que nos da la tecnología. Tampoco de la ciencia. Esos grupos, se han convertido en una especie de parásitos sociales. Muchos de sus miembros llevan varias generaciones con la misma forma de vida marginal. Conformistas, lastimeros, primitivos, salvajes, cerrados y posesivos.
No habrá otra forma mejor que tratarlos de acuerdo a la equidad, sin que el particular traiga otra cosa que no sea la equidad. Asunto que, según lo señalado, les hará integrarse a la sociedad. Esto de la mejor manera posible. También, sugerirle a los gobiernos que dejen de alimentar la inutilidad de esos grupos. No existe ninguna razón por la cual, se deba tener alguna consideración especial. Hasta ahora, esas comunidades, aparte de parasitar, han cubierto una cuota inútil de sufrimiento. Y como se ve, la solución no es el patrocinio sino la equidad.
Se dice que un gobierno, en el estado de Jalisco, intentó sacar de su atraso ancestral al grupo “Huichol”. Para ello, dispuso de creditos y maquinaria agrícola. Viendo la abundancia, los nativos dispusieron de todo. Créditos y maquinaria sirvieron para hacer una fiesta de varios meses en que terminaron con lo aportado. Como se ve, la forma única de sacar a estos grupos de la marginación es someterlos a procesos de integración. Es decir, que continúen con sus usos y costumbres, pero obligándoles a tomar el español como segunda lengua. De esa forma tengan las mismas oportunidades y apertura cultural.
¡Saludos amig@s!