Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador negó su apoyo a la iniciativa constitucional que permitiría la sentencia de muerte en casos de violación, feminicidio y homicidio doloso a menores de edad, al considerar que “los mexicanos somos buenos, no nacemos malos, son las circunstancias”.
La iniciativa fue presentada por miembros del Movimiento de Regeneración Nacional y del Partido Verde Ecologista de México, ante el Congreso de la Unión.
“No creo en la pena de muerte y no creo que sea esta una opción, una alternativa. La paz y tranquilidad son frutos de la justicia, estoy convencido de que el ser humano es bueno por naturaleza, que son las circunstancias las que llevan a algunos a irse por el camino de las conductas antisociales”, sentenció el mandatario federal en rueda de prensa matutina.
Dijo también que creen en la voluntad del ser humano para hacer bien las cosas, por lo que reiteró: “considero que no sea una solución lo de la pena de muerte”.
No obstante, especialistas citados por diversos medios de comunicación nacionales han descartado que la iniciativa sea aprobada, puesto que en Morena habrá división.
El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, adelantó que él no comparte la propuesta del Verde, pero dejó en libertad a sus legisladores de presentar este proyecto y atajó que esta reforma no forma parte de la agenda del partido.
También Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, rechazó la propuesta, misma que calificó como una “barbaridad”.
“No puede uno, por la circunstancia y la crisis en la que ha vivido el país en los últimos años, establecer ese tipo de penas bárbaras”, apuntó.
La reforma fue enlistada en la Gaceta Parlamentaria y fue presentada por el coordinador del Verde Ecologista de México, Arturo Escobar, y respaldada por la totalidad de su bancada (13 diputados) y otros cinco legisladores de Morena, que al inicio de la Legislatura llegaron por el partido del tucán, así como los independientes Mauricio Toledo y Héctor Serrano.
En caso de aprobarse, la reforma legal modificaría los artículos 18, 22 y 29, que establecen penas carcelarias. Específicamente, el artículo 22 constitucional prohíbe “la pena de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales”.
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