Guadalajara, Jalisco.-Trazos de libertad es una exposición que tiene como propósito exhibir por primera vez una serie de dibujos y aguadas del maestro Alfonso de Lara Gallardo, en las que abordó temas poco comunes dentro su extensa producción más conocida.
Generalmente, al maestro De Lara Gallardo se ha reconocido por sus ilustraciones, sus paisajes en acrílico, óleo y acuarela, y por sus obras con temática religiosa. Sin embargo, fue un artista riguroso y disciplinado que calladamente realizó cientos –quizá miles– de dibujos y bocetos en los que estudió, principalmente, la anatomía humana en sus múltiples facetas.
Para dar una muestra de ello, en la exposición que se presenta en la galería universitaria “Jorge Martínez” se eligieron series de dibujos elaborados con lápiz, tinta y aguada, agrupados en cinco apartados que si bien tienen el sello inconfundible de su estilo y diestra mano, sobresalen por su fuerte carga expresiva y por los temas que decidió explorar.
Uno de estos grupos corresponde a la vertiente con tema religioso, donde el maestro De Lara Gallardo “soltó la mano” –como ya lo había hecho en la obra que expuso en 1973 con el título de El grito– y realizó piezas en las que por medio de contrastes de manchas, medios tonos y unas cuantas líneas, logró dramáticas representaciones de imágenes que corresponden a distintos aspectos de las narraciones bíblicas.
Otro apartado tiene que ver con las multitudes; una aglomeración de figuras humanas implorantes y desesperadas, quizá en búsqueda de la prometida redención.
Otro grupo reúne varios estudios de manos que, lejos de la convencional representación de palmas y falanges, es una manifestación de la gestualidad que comunica lo que las palabras no consiguen expresar.
Se presenta también un grupo de desnudos, donde el maestro procuró capturar los rasgos esenciales de la anatomía femenina y la gracia de su movimiento.
Por último, un tema que el arraigado prejuicio consideraría lejano a los intereses estéticos de Alfonso de Lara Gallardo es el erotismo. Las pieza elegidas muestran la apasionada conjunción de cuerpos que se procuran amorosamente, en gestos y actitudes que de tan naturales parecen extraordinarios.
En estos dibujos, el maestro De Lara Gallardo se revela –y al mismo tiempo se confirma– como un dibujante reflexivo, analítico, y a la vez espontáneo y libre, que con seguridad y firmeza en su trazo y absoluto dominio de la técnica realizó estos dibujos, con el afán de capturar la esencia del ser humano.
En este mismo sentido se pronunció el recién fallecido escritor Guillermo García Oropeza, quien escribió: “Hay un oficio total del dibujo aprendido en la dura y humilde tarea de la ilustración, en la necesidad de síntesis que impone el dibujo publicitario; una práctica acumulada que le permite hacer al pincel o a la pluma una especie de extensión de su mano. […] Estamos frente a un gran dibujante que ha dejado ya lo superfluo y capturado lo esencial”.