A GLORIA, JOSEFINA Y ESPERANZA
En una descripción vívida Lowry narra sus propias vivencias apenas disfrazadas, en Cuernavaca a la que llama Quauhnáhuac en la novela Bajo el Volcán. Con los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl al fondo del paisaje, va describiendo en poética narración, una vida de tensiones y delirios a la sombra del alcohol. Alucinada su intensa narrativa, por los efectos del narcótico y alucinante en el impacto que genera en sus lectores.
La historia de su novela cumbre, que alude a la cercanía del Popocatépetl, corre sobre el hombro de los personajes, a través de los que el narrador nos va describiendo los hechos, los diálogos, los pensamientos íntimos, las frustraciones, las angustias, los equívocos.
Nació Lowry en Liverpool, para luego cursar estudios de filosofía en Cambridge. Después de una vida azarosa de marino residió en Nueva York, en Hollywood, en México y en la Columbia Británica. En 1947 publicó la versión definitiva de Bajo el Volcán, reescrita cinco veces por insistencia del editor. Su vida llena de tensiones y afectada por el alcoholismo terminó en junio de 1957.
Lowry encontró el tema de su narración en Cuernavaca, como Graham Greene en la persecución religiosa de Garrido Canabal en Tabasco que describe la historia del sacerdote pecador y perseguido de El poder y la gloria, o D. H. Lawrence en el Lago de Chapala en su Serpiente Emplumada, con personajes reales y ficticios de un México convulsionado. Para los tres, el México mestizo es un mundo incomprensible, tortuoso, alucinante. Son ellos los escritores ingleses que se empeñaron en describir un país extraño y exótico para el mundo occidental.
Es la historia de Lowry como su obra, fascinante, marinero en el Extremo Oriente, su existencia fue itinerante en tanto se dedicó a la literatura. Genio como era, sufrió de las grandes depresiones y delirios que le deparaba el alcohol. Queda en su obra retratado un mundo lleno de tensión, angustiado, con esa sensación del círculo que conduce al hundimiento, que lo llevó al final de sus días. Es su obra la descripción vívida de ese mundo atormentado, lejano a su esposa que no pudo soportar los demonios del alcohólico.
Tiene la historia como telón de fondo la Segunda Guerra Mundial y la expropiación petrolera. Un mundo que simpatiza con el Eje, con tintes de fascismo, que asoma a través de ciertas ventanas y que el personaje principal, el cónsul Geoffrey, reconoce pero no atiende por un sentimiento depresivo.
La obra es en realidad una biografía disfrazada, con la enfermedad de la que le será imposible separarse y que sin embargo le permitirá penetrar en el alma del hombre, su propia alma desnuda, ante el imposible auxilio de quienes lo conocen y aprecian. El no poder escapar de la dependencia de la bebida que lo conduce por los ásperos caminos de la autodestrucción.
El intento de una imposible redención, la relación con sus amigos a la vez que enemigos, por desear a la misma mujer, su mujer, el describir un mundo desde el delirio, desde el mismo infierno, al tiempo que poético en toda la intensidad del término, la poesía convertida en dolor, en prisión, en pasión desequilibrada, sin posibilidad alguna de sanar o reconciliarse con el mundo.
Lowry trata de racionalizar el mundo a través de una expresión que atribuye al monólogo interior de su amigo, el productor de cine M. Laruelle, que lo hace exclamar a nombre de Maximiliano, … Nuestro destino es vivir aquí, Carlota. Mira este país montañoso, sus colinas, sus valles, sus increíblemente bellos volcanes.
El ejemplo ambivalente que lo atormenta, del centro de atracción de dos mundos intensos que lo abruman, es la estrujante carta (jamás enviada), que escribe a la esposa, que lo dejó y le pide el divorcio. … pero ¿por qué no simulé haberlas leído, (las cartas)?, ¿por qué no simulé aceptar algún gesto de arrepentimiento cuando me las enviabas? ¿Por qué no respondí de inmediato con un telegrama o unas líneas?… ¿Por qué, por qué no, (insiste), por qué no? Quizá porque supuse que habrías vuelto a tiempo si te lo hubiera pedido. Pero eso era vivir en el infierno. No pude, jamás podría pedírtelo. No pude, no podía mandar un telegrama. Me quedé, en la ‘Compañía Telegráfica’, ahí, en México, en Oaxaca, sudoroso, trémulo en esa oficina de correos, escribiendo telegramas toda esa tarde, cuando había bebido suficiente para templar el pulso, no mandé ninguno. ….Estoy demasiado cansado enfermo para resolver los boletos, para sufrir un agotador y largo delirio de interminables y tediosas llanuras de cactos. Y, ¿para qué ir a morir a Estados Unidos? No me importaría que me enterraran allí. Pero preferiría morir aquí, en México”.
O el encuentro cargado de tensión, con su esposa …. Luego, alzó los ojos, la vio, con gesto miope escrutó en torno de ella antes de poder reconocerla, de pie, un poco borrosa, el sol estaba a sus espaldas, con una mano (de ella colgaba su bolso), sobre su cadera, de pie, como ella sabía que debería verla, medio airosa y desconfiada. …… se levantó cuando ella se acercaba: Ivonne vaciló, él no hizo esfuerzo por ir hacia ella, en silencio, Yvonne se deslizó sobre el banco cercano, no se besaron.
Es Bajo el Volcán una de las obras maestras escrita en lengua inglesa sobre México, conmovedora y apasionante. Es la descripción intensa del país en la primera mitad del siglo veinte de un genio de la literatura, profundo conocedor del oficio literario y del alma humana.