Miles de mujeres de todas las edades se manifiestaron en pro de los derechos reproductivos y la libertad de decisión de la mujer sobre sus cuerpos y su pensamiento.
La manifestación dejó daños en diversos establecimientos y en la Línea 2 del Tren Ligero.
Después de los incidentes en la explanada del templo Expiatorio, colectivos feministas que se manifiestaron a favor de aborto marcharon hacia el Centro de Guadalajara. Grupos radicales continuaron con daños a edificios públicos y privados.
Entre los sitios que fueron vandalizados se encuentra el edificio administrativo de la Universidad de Guadalajara, instalaciones de la Línea 2 del Tren Ligero, tiendas departamentales y sucursales bancarias.
Una manifestante resultó herida al romper el vidrio de un negocio y se dio otro altercado con un hombre que increpó al contingente y a quien terminaron corriendo, amenazándolo con un mazo.
El grito de las mujeres fue unísono, derechos reproductivos y libertad para elegir sobre sus cuerpos y pensamientos.