Mare chapalicum

Mare Chapalicum

Gabriel Michel Padilla

(Crónica del lago de Chapala por Fray Alonso Ponce en diciembre de 1586)

NOTA: El texto es del secretario de Ponce, las notas y subtítulos de un servidor.

Lunes 1 de diciembre de 1586

Rumbo a la ribera sur del lago de Chapala

Salió de aquel pueblo el padre Comisario a las cuatro de la mañana, y pasado un valle de ciénagas secas, subió una cuesta de mal camino, de legua y media de largo, y después bajó otra legua y media y llegó a la ribera del lago de Chapala, por la cual, por camino llano anduvo dos leguas.

Llega al bonito pueblo de Xocotepec

Y al fin llegó a un bonito pueblo llamado Xocotepec de la guardianía de Axixique, cinco leguas de Teocuitatlán. Hízosele allí muy solemne recibimiento; salieron al camino muchos indios de tres pueblecitos que quedaban a un lado de la banda del sur llamados San Pedro, San Martín y Santa María, de la misma guardianía.

Ocho jinetes de la recepción. Danzas e invenciones, contento y devoción.

Y entre ellos hubo siete u ocho de a caballo, los cuales fueron más de una legua corriendo delante del padre Comisario, el cual cuando llegó a Xocotepec, salió todo el pueblo con danzas e invenciones, con gran contento y devoción; ofreciéronle muchos huevos y pescado de la laguna de Chapala, mucho pan de Castilla, plátanos, batatas, tomates, chiles y otras frutas, no sólo los principales y la comunidad del pueblo, pero también los particulares.

Geografía de Xocotepec, comida a la orilla del lago, los indios asombrados.

Está aquel pueblo pegado a la misma laguna, y como cuatro brazas del agua, tenían los indios hecha una casa de paja con un correo bajo de lo mismo, que miraba a la misma laguna, en la cual dieron de comer al padre Comisario y no quedó indio en el pueblo que no le fuese a ver chico ni grande, y todos estaban abobados mirándole.

El guitarrista adivino. En una danza que allí hicieron, entre otras tenía un indio una guitarra y al son de ella bailaba otro, y hallaba cualquiera cosa que le escondieran entre los circunstantes como la viese esconder el que tañía. Que cierto era cosa de ver.

Canoas de caña, de primor extraño y originales que no se hunden con agua.

Usan para pescar en aquella laguna, de unas canoas hechas de caña con un primor extraño, en las cuales, entra y sale el agua sin que jamás se hundan por brava que ande la laguna, y pueden ir en cada una de estas canoas dos o tres indios.

Espectáculo acuático, juego de los naranjazos

De estas canoas trajeron allí tres, y los que iban en ellas hicieron fiesta al padre Comisario tirándose naranjazos con muchos muchachos que andaban nadando junto a ellos, y echándose agua unos a otros; es la gente de aquel pueblo muy devota de nuestro estado y tan sinceras que todas las veces que el padre Comisario iba junto a ellos luego se hincaban de rodillas, sin que bastase decirles que no lo hiciesen. Tenían allí una hortecica en que había algunas coles y otra hortaliza para dar a los frailes cuando van desde Axixique a decirles misa.

El hortelano, un indio viejo, chimuelo que dormía en el suelo.

Y era el hortelano un indio viejo sin diente ni muela, el cual (según certificaron al padre Comisario) dormía aquellos días cada  noche en la huerta para guardar los coles y cebollas, y defenderlas de los ratones; su cama era el duro suelo sobre un petate arrimado a una pared de los aposentos de los frailes. Allí en aquel pueblo se detuvo el padre Comisario todo aquel día.

Descripción de la laguna de Chapala, su agua, sus bagres, sus cuatro islas.    La laguna sobredicha de Chapala es mayor que la de Zintzuntza, tiene más de treinta leguas de largo, y de ancho diez por la parte más estrecha. Es muy hondable y levanta grandes olas como si fuera mar y su agua es muy dulce y muy delicada y maravillosa de beber. Críanse en ella muy grandes bagres, muy sanos y sabrosos; y otros pescados muy buenos de comer, Hay en ella cuatro islillas, y las dos de ellas en cada una su ermita, sin población ninguna; pescan en aquella laguna con redes y anzuelos en aquella manera de canoas sobredichas, entra en ella el Río Grande de Toluca por una parte y sale por otra tan grande como entra. Las riberas de aquella laguna están poco pobladas por haber en ellas muchos peñascos y poca tierra llana; donde hay más pueblos es a la banda del norte y a la banda del oriente y a la del poniente; porque hay por allí algunos valles llanos, así como junto a Xiquilpan, y de la una y de la otra parte del pueblo sobredicho llamado Xocotepec.

 

Martes 2 de diciembre de 1586

Llega a San Juan Cosalá, procesión con cruz y ciriales. Canto del Te Deum.

Salió el padre Comisario de aquel pueblo antes del día y andada una legua llegó, aún antes que amaneciese, a otro pueblo, visita también de Axixique, llamado San Juan. Ésta, aquella hora junta toda la gente a la entrada del pueblo, puestos en procesión con cruz y ciriales y candelas blancas encendidas en las manos, cantando el Te Deum Laudamus, en la lengua mexicana. Pidieron cantada la bendición, dióselas el padre Comisario y pasó adelante y andadas otras dos leguas, también a raíz de la laguna, llegó ya salido el sol al pueblo y convento de Axixique a decir misa, donde así mismo se le hizo muy buen recibimiento, y acudieron los indios con sus ofrendas de huevos plátanos y pescado. Es aquel pueblo de mediana vecindad, fundado y puesto sobre la laguna sobredicha.

Axixique, sus frutos, su lengua, sus vestimentas, naguas como costales.

Danse en él naranjas, cidras, limas y limones en mucha abundancia; danse guayabas, membrillos, granadas y plátanos, higos y hortaliza de toda suerte. Es tierra templada, más cálida que fría, los indios de aquel pueblo y los demás de aquella guardianía, hablan la lengua mexicana corrupta llamada naual, caen en el obispado de Xalisco y en la provincia de Ávalos, y son de la jurisdicción de México; su traje es como el de los mexicanos, excepto las mujeres, que andan vestidas con unas naguas a manera de costales muy anchos en las cuales se meten también sus creaturas, aunque ya iban dejando aquel traje y comenzaban a usar huaipiles y naguas como las mexicanas. El convento cuya advocación es de San Andrés, es muy antiguo, pequeño y hecho de adobes, con su iglesia celdas y claustros; tiene una buena huerta de mucha arboleda y hortaliza y moraban en él dos frailes; visitólos el padre Comisario y detúvose con ello sólo aquel día.