Mariguana: hagamos conciencia (I)

Hablar o escribir sobre drogas es tratar un tema que ha estado presente en la humanidad desde tiempo desde épocas inmemoriales, que es sumamente delicado, complejo y que en la actualidad hay bastante información sobre él. En virtud de lo anterior la cuestión será presentada en dos partes, en este espacio. mariguana

En la presente opinión comenzaremos el tema desde los antecedentes contemporáneos, y en la siguiente trataremos de pros y contras de su uso y consumo, así como la nueva normatividad aprobada en el Senado de la República en días pasados, relacionado con portación y producción de la mariguana en territorio nacional.

Hasta la fecha, es Estados Unidos el país que ha marcado y sigue marcando la pauta en relación a la mariguana, al menos en el continente americano. Las restricciones sobre el uso de cannabis con fines médicos, recreativos e industriales se pusieron en práctica en la mayoría de los estados de la Unión Americana en 1906.

Anteriormente, el cannabis se utilizaba para elaborar tinturas medicinales o productos industriales como la fibra textil, entre otras.

El consumo recreativo de la mariguana, también era relativamente habitual desde mediados del siglo anterior, y en la mayoría de ciudades importantes del país se podían encontrar barras de hachís.

Las principales restricciones respecto al cannabis se impusieron a través de leyes como la Ley de Pureza de Alimentos y Medicamento, aprobada por el Congreso estadounidense en la fecha antes referida. En ella se exigía que ciertas drogas y medicamentos, como el cannabis, estuviesen debidamente etiquetados.

Desde ese punto, cada estado empezó a aprobar sus propias leyes acerca del etiquetado de drogas. Por ejemplo, las normativas que regulaban la venta de cannabis y sus derivados entraron en vigor en Massachusetts en 1911, mientras que en Nueva York y Maine lo hicieron en 1914.

En 1925, los Estados Unidos apoyaron oficialmente la regulación del cáñamo indio (fundamentalmente cannabis rico en THC) en la Convención Internacional del Opio. En este acuerdo se restringió la exportación de cáñamo indio y sus productos derivados (como el hachís) hacia países que ya hubiesen prohibido la sustancia.

En 1930, los Estados Unidos crearon la Agencia Federal de Narcóticos como herramienta para el control de las drogas recreativas. A este, organismo estaba encabezado por Harry J. Anslinger, se le suele considerar como el padre de la prohibición de la mariguana en dicha nación.

En 1932, el gobierno estadounidense aprobó la Ley de Control Uniforme de Sustancias Peligrosas, que básicamente obligaba a todos los estados a unirse a la lucha contra el tráfico de drogas y gestionarla bajo legislación homogénea. A mediados de los años 30, todos los estados norteamericanos ya habían aplicado algún tipo de regulación sobre el cannabis.

La posesión o comercialización de mariguana con fines recreativos se ilegalizó, en todos los Estados Unidos, en 1937, con la Ley de Impuestos sobre la Marihuana.

En 1970, esta ley fue sustituida por la Ley de Sustancias Controladas, que oficialmente introdujo una lista con cino categorías diferentes, basadas en su peligrosidad y su riesgo de adicción, siendo las sustancias de la primera categoría las más peligrosas y adictivas. El cannabis se englobó en esta categoría.

Las sustancias de dicha categoría se definen como drogas con un alto potencial de adicción, sin aplicaciones medicinales reconocidas y realmente peligrosas.

La legislación sobre el cannabis ha sido diferente en cada país, aunque se ilegalizó en la mayoría de países del mundo en 1925 tras la Convención Internacional del Opio, una continuación del primer acuerdo firmado en 1912 en La Haya, Holanda.

La convención de 1912 representaba básicamente el primer tratado internacional para la regulación de las drogas y fue la respuesta a la preocupación por el aumento del tráfico y el consumo de opio. Alemania, Estados Unidos, China, Francia, el Reino Unido, Italia, Japón, Holanda, Persia, Portugal, Rusia ese tratado.

En 1925 se celebró una revisión de la Convención Internacional del Opio en Ginebra, Suiza. En esta ocasión, Egipto, China y los Estados Unidos propusieron la prohibición del hachís como parte del tratado, que anteriormente se centraba fundamentalmente en la cocaína y el opio.

 

Continuará (I de II)

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