Nos encontramos aún inmersos en el tema de la pandemia. No obstante lo anterior, no podemos dejar pasar algunos eventos y actos que pueden impactar en nuestra sociedad, principalmente entre nuestros jóvenes.
Como si no pudiera esperar el tema de la comercialización de drogas como la marihuana, empresarios voraces avanzan en la apertura de tiendas relacionadas con la venta y consumo de la citada yerba.
Políticos, actores y empresarios como (Vicente Fox, Roberto Palazuelos, por mencionar a algunos) se asocian para instalar tiendas a lo largo y ancho de todo México. Donde dicen ellos “van a vender de todo”.
Nos encontramos en un México convulsionado por el tema del narcotráfico, Y en Jalisco lo sabemos muy bien. Estado número uno en desaparecidos, número uno en hallazgo de fosas clandestinas. El motivo principal es el control de regiones completas por parte del crimen organizado. Varios cárteles en México disputan el control y liderazgo y es el motivo principal de la violencia en nuestro país. La disputa es cuadra por cuadra a través de los llamados placeros.
Creo que nuevamente en México estamos haciendo las cosas al revés. Lo explico de la siguiente manera: algunos hablan de la amsterdinación de México. De hecho en Jalisco (Tlaquepaque y Guadalajara) ya están aquí los restaurantes-bar donde se venden bebidas, pastelillos, entre otros,, con el extracto de la marihuana para consumo de los comensales. Aunque en sus comerciales anuncian que ellos son los primeros en México, es falso, ya que los primeros fueron en la Ciudad de México.
Lo que sí es una realidad es que tiene este lugar todos los requerimientos para seducir a la clase más vulnerable de nuestra sociedad, proclive a caer en el vicio de las drogas: la compuesta por los jóvenes. El lugar se ve agradable, limpio, y con luces llamativas distribuidas estratégicamente en el restaurante. En estos promocionales se menciona que hasta los niños podrán consumir marihuana en cualquiera de sus presentaciones.
Es importante señalar que México no se puede comparar a Ámsterdam. El país europeo es un paraíso para el turismo deseoso de consumir drogas y saciar sus ansias sexuales compaginando el consumo de drogas con la prostitución. Cientos o miles de turistas pueden deambular por las calles desde que anochece, hasta que amanece. No intento aguar la fiesta, pero dudo mucho que en Jalisco se pueda hacer lo mismo, por motivos claros de inseguridad y violencia que vivimos a diario.
En virtud de la falta de información que hay sobre el consumo de drogas en nuestra sociedad, no nos queda otra que informarnos entre nosotros mismos.
Los padres de familia tenemos la obligación y responsabilidad de estar al pendiente de nuestros hijos, ahora que estarán al acecho empresarios y gobiernos municipales de captar clientes que pueden ser nuestros hijos.
No es muy clara la información en los ayuntamientos, de cuales son los requisitos para otorgar licencias de estos giros, sin embargo ya están distribuyendo en Jalisco, cuestión que resulta preocupante.
En estos momentos, podemos constatar que las cantinas escolares ─ubicadas en los contornos de las preparatorias─, donde asisten a estudiar jóvenes menores de edad se encuentran cerradas por motivos de la pandemia, por razones obvias se quedaron sin clientes.
Es importante destacar que las licencias municipales que autorizan a los empresarios por parte de los ayuntamientos tienen la duración temporal de un año. Y que por ende ya fenecieron sus permisos. Solo esperamos que no se renueven los mismos con el regreso a clases.
Y lo más importante: esperamos que no se permita instalar restaurantes con venta de cannabis orientados a captar a jóvenes estudiantes con la finalidad de engancharlos al tenebroso y obscuro mundo de la drogadicción.
