Frente a los que hace unos días llamó “arrastrados” y “secuestradores” del partido, Lemus, tuvo que recular y pedir disculpas ante la cúpula de Movimiento Ciudadano. Lo pusieron quieto y como pastor de iglesia cristiana, dice que Dios lo llevo al arrepentimiento: “Como ser humano que soy, también cometo errores”, dijo. Lo cierto es que el daño ya está hecho y el verdadero sentir de Lemus ya quedó de manifiesto. Su protagonismo queda por encima de todo. Mientras, Dante lanza a tres precandidatos a la presidencia: Alfaro, Donaldo y Samuel y junto a ellos, Lemus el “mesías” que quiere ser gobernador.