Medina Mora y Peña Nieto, quien lo propuso para la SCJN en 2015.
Debate Abierto
Criterios
La renuncia de Eduardo Medina Mora cono ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es un hecho inédito. En el pasado reciente algunos ministros ya se había separado del cargo; Jorge Carpizo, por ejemplo, dejó de ser ministro porque fue nombrado por Carlos Salinas como presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en 1990. En ese caso la razón de su salida como fue conocida y justificada, situación que no coincide con la de Medina Mora, que en su escueta solicitud dirigida al presidente de la República no explicó las razones de su dimisión.
El martes 8 de octubre, el Senado de la República aprobó finalmente la renuncia de Medina Mora, con 101 votos a favor. El artículo 98 de la Constitución mexicana establece que la renuncia de un ministro de la SCJN sólo procederá por causas graves, aunque no especifica cuáles podrían ser esas causales.
Al concederse la renuncia sin conocer las causas graves, se estaría violando la Constitución, tanto por los senadores como por el presidente, pero también por el ahora exministro, ya que como jurista debió saber que tuvo que explicar las razones de su separación del cargo.
Debido a que la carta de renuncia que Medina Mora entregada al presidente de México no explica las razones, entonces queda un vacío que ya está siendo llenado por todo tipo de especulaciones de los actores políticos, entre ellos el Partido Acción Nacional, que denunció que fue por presiones políticas del presidente, y que con ello se consolida en México un gobierno autoritario. También se sumó la Coparmex, que defiende la figura de Medina Mora y afirma que durante toda su trayectoria ha sido un funcionario intachable.
Si Medina Mora abandonó el cargo por motivos de salud de él o de algún familiar cercano, entonces no cabría sospecha de que hubo presiones del Ejecutivo federal para que dejara el cargo.
Hace unos días, Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, confirmó que desde hace dos meses presentó ante la Fiscalía General de la República una denuncia contra Medina Mora por el presunto delito de lavado de dinero. Así que, tal vez, el deterioro de la salud del exministro se deba al enorme estrés por el que está pasando por las denuncias presentadas, y en esas circunstancias, es obvio que Medina Mora no va a decir de forma explícita que tiene miedo por su futuro, que ya no soporta las presiones derivadas de esta denuncia y que por esa razón decide retirarse. Es decir, el que calla otorga. Si tuviera razones legítimas para retirarse lo diría, si sus razones son inconfesables, prefiere ocultarlas y de paso sembrar dudas de su renuncia y achacárselas al gobierno federal para abonar a la tesis panista de que se está instaurando en México una dictadura.
El Poder Judicial en México, ha sufrido un enorme deterioro en su imagen pública durante los últimos sexenios, principalmente en el de Peña Nieto; incluso el mismo Medina Mora fue severamente impugnado cuando fue propuesto por Peña Nieto para ocupar el cargo de Ministro en 2015. Pero no es el único, casi todos los ministros de la SCJN han arribado al cargo mediante el tradicional método de reparto de cuotas para los cuates. Quizá ahora estemos siendo testigos del inicio de un proceso de limpia del Poder Judicial en nuestro país, y que por fin termine el pargo período de opacidad, corrupción, nepotismo y tráfico de influencias que han asolado a esta institución.
En las próximas semanas, el vacío que dejó el silencio de Medina Mora será llenado cuando avance la investigación sobre la denuncia que presentó la Unidad de Inteligencia Financiera, si no ocurre esto, podría sembrarse la duda de que su salida fue un acuerdo con la Presidencia para ya no ser investigado a fondo, tal como estuvieron especulando los panistas en las intervenciones de ayer en el Senado.
No hay que olvidar que Medina Mora forma parte del selecto grupo de amigos del expresidente Peña Nieto, que tiene a importantes personajes en puestos clave, pero que poco a poco en la Cuarta Transformación han sido acusados o detenidos, como el abogado de los ricos, Juan Collado, o el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, o la exsecretaria de la Sedatu y la Sedesol, Rosario Robles. Por tanto, el círculo cercano a Peña Nieto poco a poco se va cerrando.
El combate a la corrupción es la principal bandera de López Obrador, por tanto, con Medina Mora debe verse con claridad que esto no es un mero discurso. Este personaje ha estado ligado a una larga estela de corrupción junto con otros personajes de la política mexicana como Diego Fernando de Ceballos, Carlos Salinas de Gortari y, por supuesto, Enrique Peña Nieto. Si las investigaciones en contra de Medina Mora van en serio, va a ser inevitable llamar a cuentas a Peña Nieto, inmiscuido en escándalos como La Estafa Maestra o el caso Odebrecht.
Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.