La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer que entre los países que lo conforman, México ocupa el último lugar en aplicación de pruebas de Covid-19 con 0.4 por cada mil habitantes.
Le siguen Japón con 1.8, Grecia con 5.8, Hungría con 6.6 y Polonia con 7.4 todos por cada mil habitantes.
La OCDE señaló que para que las pruebas sean aplicadas de manera exitosa se deben resolver ciertos problemas prácticos y abordar aquellos relacionados a la privacidad de datos.
Agregó que si levantan las medidas de confinamiento antes de contar con una vacuna o tratamientos efectivos, se prevé que la infección se recupere de manera rápida. Para hacer frente a ello, la organización apuntó que se debe analizar a las personas infectadas y rastrearlas para que el virus no se siga propagando, así como con quienes han tenido contacto.
La Organización también indicó que México tiene el último lugar en camas para cuidados intensivos de los 22 países que forman parte de ella.
Respecto a las camas y los recursos la situación es delicada ya que a pesar de que algunos de ellos pueden ser usados temporalmente para tratar el Covid-19, las camas de cuidados intensivos deben tener equipos respiratorios.
Además, la OCDE expresó que México es el tercer país con mayor contaminación en el aire, sólo por detrás de Chile y Corea.
“La exposición crónica al aire contaminado aumenta la vulnerabilidad de los individuos y las comunidades ante pandemias como la de Covid-19. A pesar de algunos progresos realizados desde 2011 en los países de la OCDE, la exposición a las partículas finas (PM2.5) sigue siendo demasiado elevada. Dos de cada tres países superan los 10 microgramos por metro cúbico de la directriz de la OMS, valor que sigue estando asociado a un nivel de riesgo elevado”, finalizó José Ángel Gurría, titular del organismo.
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— OECD ➡️ Better policies for better lives (@OECD) April 28, 2020
Modelo centinela
En contraparte, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, ha explicado que en México la vigilancia epidemiológica no se basa en la aplicación masiva de pruebas para la detección del nuevo coronavirus, sino en un modelo matemático que estima la cantidad total de infectados.
Con esta metodología se obtienen datos más precisos y en un menor plazo que al llevar a cabo millones de pruebas entre la ciudadanía, explica el funcionario federal.
Además, López-Gatell ha criticado la aplicación de pruebas a través de reactivos de rápido resultado pues “no tienen validez y no tienen recomendación en México”.
“No se puede medir a todos los mexicanos, es materialmente imposible”, ha reiterado.
Con información de Proceso