A la edad de 70 años, uno de los máximos referentes del futbol mexicano, tanto como jugador en la década de los 80, así como entrenador en la época actual, Tomás Juan Boy Espinoza ha fallecido, víctima de una embolia pulmonar.
El “Jefe”, un futbolista fuera de serie, adelantado a su época, capitán de la Selección mexicana de futbol en el Mundial de México 1986, mediocampista diestro, con calidad suficiente para ser un líder dentro y fuera de la cancha, con carácter recio, emblema de los Tigres de la UANL, en donde disputó 413 partidos oficiales y marcó 104 goles en todas las competencias.
Debutó como futbolista profesional en el Atlético Español en 1972 y traspasado al Atlético Potosino en 1974, para luego llegar a los Tigres un año después, en lo que se convertiría en el equipo de sus amores.
Su historia como entrenador no es tan rica como la de jugador. En 1988, los San Jose Earthquakes de la Western Soccer Alliance lo nombraron entrenador. Aquí solo unos cuantos juegos y poco después renunció. Dos años después de su retiro, Boy firmó con el Tampico Madero como entrenador, tomando el equipo a partir de la jornada 13, reemplazando a Hugo Fernández. Boy debutó con derrota contra el Correcaminos UAT por 1–0. En 26 partidos, ganó siete, empató ocho y perdió once.
Como técnico tuvo un recorrido bastante largo ya que dirigió a 10 clubes: Tampico Madero, Querétaro, Veracruz, Morelia, Rayados, Puebla, Atlas, Cruz Azul, Chivas y Mazatlán.
