Por Raúl de la Cruz
Domingo 25 de diciembre de 2022.- Para el recuerdo quedarán el penalti, los cinco penaltis en siete partidos en favor de Argentina. En cuartos de final ante los Países Bajos o los penaltis no pitados a Marruecos ante Croacia o Francia ante Inglaterra o la propia Marruecos, así como la permisividad con las acciones violentas o las pérdidas de tiempo marroquíes.
Polémicas que, teniendo en cuenta la existencia del VAR, dejan muchas dudas en los aficionados. Máxime si atendemos al historial de corrupción de la FIFA y la UEFA, entidades “mafiosas”.
No descarten que en los próximos años se revelen esas piezas que no pocos intuyen: en el año 2010, Byron Moreno, árbitro ecuatoriano que ayudó a Corea del Sur, ante Italia, en el mundial del año 2002, fue detenido en el año 2010 en el aeropuerto JFK de Nueva York con seis kilos de heroína y múltiples miembros de la FIFA fueron detenidos en el año 2015 —dieciséis dirigentes latinoamericanos de FIFA fueron acusados de corrupción en Estados Unidos—.
Con sombras de corrupción sobre el Parlamento o la Comisión europeas, los responsables del Mundial o los arbitrajes y unos más que cuestionables valores en las grandes estrellas y selecciones de futbol, así como comentaristas o medios de comunicación, ¿queda algo limpio o sin sospecha de ser sucio? Parafraseando a Ece Temelkuran, “pensar que el fútbol es sucio es creer que la humanidad es sucia”, es mejor que no lo piensen.
Los arbitrajes, en especial los que rodearon a Marruecos y Argentina, los cuales arrojan serias dudas sobre la limpieza de la competición y recuerdan lo sucedido con Corea del Sur en el mundial de Japón y Corea del Sur del año 2002. En esa competición, Corea del Sur recibió arbitrajes muy cuestionados hasta llegar a semifinales, un hito histórico para el país, momento en el que el arbitraje volvió a ser normal.
Tal es así que Marruecos ha copiado en este mundial de forma exacta el recorrido de Corea del Sur en aquel mundial: triunfos polémicos y sorprendentes en octavos y cuartos de final y derrotas en semifinales y la final de consolación por el tercer puesto, cuando las ayudas arbitrales se acabaron. Turquía derrotó a Corea del Sur en el partido por el tercer y cuarto puesto, pero es un país puente, en parte europeo y en parte asiático— y lo hicieron en mundiales en los que fueron copartícipes —Corea del Sur con Japón y, como vemos, Marruecos también ha sido anfitriona junto a Catar—. Demasiada casualidad.
Los medios abren sus portadas con el gran debate: ¿es Messi el mejor jugador de todos los tiempos? Un debate tan absurdo como estéril. Es tan absurdo como estúpido pretender encontrar al mejor jugador de futbol de todos los tiempos, es imposible. Porque los mismos medios que transmitieron el evento tuvieron un cuidado extremo en ocultar o minimizar la tétrica realidad de Catar. A lo máximo que se llegó fue a la fotografía de los jugadores de Alemania tapándose la boca en un partido. Una imagen ociosa.