Ni para dónde hacerse.
Juan M. Negrete
Como los líos en el mundo no cesan, nuestra mirada le dedica gran parte de su atención a estos acontecimientos. Casi todos ellos son cruentos y escandalosos. Baste con referirse a las conmociones de las que nos enteramos ocurren en Ucrania desde hace más de un año y que ingresan ya a su segundo invierno. Por aquellas zonas el frío es crudo e incrementa la dureza de la vida, si es que no fuera suficiente con la destrucción de bienes y vidas humanas provocadas por el odio desatado.
Otro lugar en el que subió el grado de la crueldad humana hasta niveles extremos, de los que parecía que ya nos veníamos curando, ocurre desde hace un mes en Gaza. Ciertamente el grupo Hamas desató una andanada de combate del que, dijeron los de la inteligencia israelí, que nunca la hubieran esperado. A resultas de tal ataque sorpresivo se nos habla de por lo menos millar y medio de muertos, otra buena cantidad de lesionados y hasta se dieron el lujo de capturarles rehenes. Se sabe que a estos les utilizarán los palestinos de Hamas como prendas de intercambio con las autoridades judías, pues consideran que su lista de los agravios rebasa cualquier estimado.
La respuesta que le está dando a esta escalada el gobierno israelí a los palestinos le pinta de cuerpo entero como los alumnos más adelantados de los nazis, del fascismo, de la intransigencia criminal. Y eso que fueron ellos las víctimas del holocausto. Ahora, con los bombardeos indiscriminados a Gaza, con la cacería de civiles, en donde la gran mayoría de víctimas son mujeres y niños, Netanyahu y sus verdugos les siguen pisada puntual a aquellos sórdidos personajes que nos hicieron repudiar, precisamente por los excesos inhumanos y la bestialidad con que flagelaron a los judíos.
Por si fueran poco dolorosas estas imágenes, que componen el pan de cada día en el mundo, se nos vino un huracán aquí en casa, que arrasó y destruyó el primer paraíso turístico que construyó nuestra modernidad: Acapulco. En cuanto a número de víctimas fatales el número no ha resultado tan subido. Para un cataclismo de tales magnitudes, el número de medio centenar de finados no resulta desbordante. Uno quisiera que nadie perdiera la vida, ni por ésta ni por causas semejantes. Pero no se nos están cumpliendo los antojos, ni menos enderezando a nuestros jorobados.
Decimos pues que las tropelías, naturales o inducidas, simplemente no cesan. Nos la pasaríamos llenando cuartillas con su registro y mal diríamos que ya vamos acabando. Mal cerramos una página de estos males, cuando ya estamos abriendo la otra. Como si fueran mandas, decían nuestros viejos, que para todo tenían salida. Y como tal entonces hay que pintar las vorágines que se nos vienen en serie y contra las que el recurso de la huida no servirá. Hablamos del cataclismo electoral que se avecina o que ya está desatado y nos va a inundar en los días que vienen, lo queramos o no.
Como los acuerdos sensatos o civilizados, como se les quiera llamar, para subir a la pasarela al candidato oficialista de Morena en la ciudad de México, no han cuajado, primero se pospuso su anuncio hasta el día diez del mes que corre. Es una mala señal. Venga por encuestas o por consenso, o hasta por dedazo como antes, la designación de estos personeros, los dados han de ser tirados al tapete y que se sueltan a bailar todos los interesados a andar en la danza. Ya se irán acomodando con el movimiento, como lo hacían las calabazas en las carretas en los viejos caminos de cosechas.
Pero no. La señora Clara Brugada le puede ganar a Omar García Harfuch. Igual puede salir el albur invertido. ¿Qué tendría de negativo que saliera una o el otro, si ambos están apalabrados de continuar el ritmo de la 4T? ¿O a alguno de ellos hay que acusarle, ya por adelantado, que va a ser puro jarabe de pico? Este tipo de monsergas se dan siempre y en todas partes. De manera que no habría que admirarnos si nos sucediera. Pero no por eso vamos a frenar los pencos a media carrera. Eso desdice de libretos bien adocenados. Así que las tormentas que vienen son de pronóstico reservado.
Lo que no se dice de todas estas faramallas es que, bien sea con una cabeza o con la otra, aquí, allá y acullá, hay todo un tropel de ganosos y de ansiosos que se descobijan y hasta se desgreñan por aparecer en la nómina de los ganones. Estarán en juego no sólo la titularidad del poder ejecutivo federal, sino también el de nueve estados del país. Y van de ribete los quinientos puestos del poder legislativo, mas los senadores. Y creo que se habla también de unas tres mil alcaldías. Así que se trata de una ollada muy pesada.
Le van a entrar muchos a esta danza. No nos extrañen entonces los desfiguros y las salidas en falso, que serán pan de lo mismo. Aquí, en Jalisco, para la silla del gobierno estatal, el MC ya sacó a su candidito, el tal Lemus. Hasta hoy ha desempeñado dos puestos de relevancia política. Primero fue alcalde de Zapopan y luego de Guadalajara. Como que les gusta para que sea el titular del próximo gobierno estatal. Pero es tonada naranja ésa. Porque de lo que va apareciendo por las encuestas, Morena ya va tomando ventaja y tal vez ya no la pierda. Y menos si, como se anuncia, se les suman los partidos locales Hagamos y Futuro. Uno viene siendo el bloque de la UdeG; al otro se le señala como cuna el Iteso. De estos detalles hablaremos en la próxima entrega, pues se empieza a poner roja la nota electorera local.