12 de agosto de 2022.- Momentos de tensión se viven en Nicaragua luego de que, desde hace ocho días, el gobierno del presidente Daniel Ortega, retiene al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, “uno de los más críticos a la gestión oficial”.
Las autoridades investigan al religioso por intentar “organizar grupos violentos” e incitar “a ejecutar actos de odio (..) con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua”, indicó la policía el pasado viernes.
De acuerdo a la agencia AFP, persecución, allanamientos, cárcel, cierre de medios de comunicación católicos y exilio de religiosos, son algunas de las “acciones oficiales represivas” que enfrenta la Iglesia católica, en medio de la crisis que vive el país desde 2018, cuando se produjeron protestas masivas contra el gobierno de Ortega.
“La iglesia católica es la (institución) más creíble, de confianza y credibilidad en la población. El sitio al obispo Álvarez es un episodio más en el forcejo y represión que Ortega y (su esposa y vicepresidenta, Rosario) Murillo están ejerciendo para que se pliegue a sus posiciones”, dijo a la AFP la socióloga Elvira Cuadra.
“Tienen una relación de confrontación abierta contra la iglesia desde 2018 (…) y antes, en 2014, cuando la Conferencia Episcopal (CEN), hizo pública una carta que contenía puntos fuertes sobre la institucionalidad y rumbo del país. Esa carta fue ignorada y molestó mucho a Ortega”.
Ortega, un ex guerrillero de 76 años, gobierna desde 2007 y es acusado de corrupción y nepotismo por sus rivales, lo cual él niega al asegurar que está construyendo el país restituyendo derechos que fueron quitados a los nicaragüenses durante los gobiernos neoliberales que les antecedieron, continúa la agencia AFP.
El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, se encuentra retenido desde hace una semana, bloqueado por las fuerzas de seguridad en la Curia de esa ciudad situada a 127 kilómetros al norte de Managua, acusado de intentar desestabilizar al país.
Este jueves, aseguró que tanto él como la decena de personas que lo acompañan están bien de salud. “Nos encontramos gracias a dios bien de salud, viviendo en comunidad (…) estamos en las manos de dios”, dijo Álvarez en una misa que transmitió por Facebook, en la que añadió que están viviendo el “encierro como un retiro espiritual”.
Álvarez fue retenido después de denunciar el cierre de cinco emisoras de radio religiosas y exigir al gobierno de Ortega que “respete” la libertad de culto ante los “hostigamientos” a la Iglesia.