Guadalajara, Jalisco.-El incremento al salario mínimo general en el país a 123.22 pesos diarios (en la zona libre fronteriza de 185.56), significa un paso hacia la recuperación de su valor adquisitivo, el cual había caído cerca de un 80 por ciento en las tres décadas recientes, aseguró Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Durante los 30 años recientes la pérdida del valor a los llamados salarios mínimos era evidente, “y en 15 años (dos sexenios y medio) flagrantemente violaba la Constitución porque era un monto que no alcanzaba para la canasta básica de una persona”.
El lunes pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó el anuncio en compañía de dirigentes empresariales.
El incremento salarial será de un 5 por ciento en la zona libre de la frontera y en el resto del país de un 20 por ciento. En el primer caso pasará de 176.72 a 185.56 pesos y en el segundo, de 102.69 a 123.22 pesos. Entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2020.
El salario mínimo fijado en administraciones pasadas “era un monto que colocaba a las personas en la pobreza; entonces, ya con el nuevo gobierno se fijó un salario mínimo (102.69 pesos), que por primera vez, por lo menos alcanzaba estar en la línea de una canasta básica para una persona”, aseguró el coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Reconoció que la nueva medida que entrará en vigor el primer día del siguiente año, es insuficiente para abastecer una canasta básica que alcance a una familia. Sin embargo, el paso es significativo para lograrlo el bienestar familiar antes de que concluya el actual gobierno federal.
Con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del observatorio Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, se estima que el 47 por ciento de las personas que trabajan no les alcanza para comprar la canasta básica para sus familias, “esa es la realidad y de la que hay que salir, porque no hay otra solución frente a la pobreza. Quien trabaja no debe de ser pobre”.
Rogelio Gómez Hermosillo, desestimó las voces que pronostican que el aumento salarial será un motor para una mayor inflación en México, “que no vengan a asustar con el petate del muerto”.
Al cierre del sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, el salario mínimo estaba situado en 88.36 pesos, al llegar a la administración Andrés Manuel López Obrador, pasó a 102.69 pesos. Varias voces, de entre ellas las de dirigentes empresariales pronosticaron que la inflación sería la gran perdedora.
“No tuvo efectos negativos y en esta ocasión no tiene porqué ser diferente, está muy bien cuidado; no tiene porqué haber un índice inflacionario; de hecho tenemos los índices inflacionarios más bajos de los últimos años, alrededor de un 3 por ciento”.
“Estamos frente a una buena noticia, aunque por supuesto, hay que revisar y monitorear. Pero, hay que entender que el salario mínimo estaba fuera de toda lógica de la economía mexicana, se había convertido en una burla a la Constitución”.