Norberto Rivera, sin fondos, intubado y con la extremaunción

Ciudad de México.- Tras dar positivo a Covid-19, Norberto Rivera, cardenal emérito de México, fue intubado, se encuentra sedado e incluso ya recibió la extremaunción ─sacramento que la Iglesia católica administra a quienes están próximos a la muerte─, según informó el sacerdote Hugo Valdmar Romero, quien fuera su vocero.

En entrevista con la Apro, agencia de noticias, Valdemar Romero explicó que “el cardenal ingresó por Covid al Hospital Mocel, pero debido a que se agravó su estado de salud se le tuvo que cambiar a otro hospital, del que prefiero omitir su nombre para mantener la privacidad del cardenal. Actualmente ahí permanece en terapia intensiva, sedado e intubado”.

Comentó también que comentó que Rivera tiene serios daños pulmonares y muy baja saturación de oxígeno, que ha llegado a bajar al 40%. También se quejó de que ni a él ni a los familiares del cárdenal se les ha permitido visitarlo.

El exvocero dijo que el traslado hospitalario sucedió el domingo 17 de enero y que el pronóstico es bueno. “Hoy nos dieron un pronóstico muy esperanzador y confiamos en que va a superar esta enfermedad. El martes pasado fue internado, el domingo se complicó y se trasladó del Mocel a otro hospital del que nos reservamos el nombre por cuestión de privacidad”,

Valdemar Romero criticó también Rivera, de 78 años, no ha sido atendido por la actual administración de la Arquidiócesis capitalina, que encabeza Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México.

Explicó que cunado Norberto Rivera se internó en el nosocomio privado en el que actualmente se encuentra, y donde los gastos son altos, se solicitó el  el apoyo económico de la Arquidiócesis, pero hubo una negativa.

“Como sea (el cardenal) se internó con sus medios, porque está muy mal y después en el traslado a otro hospital le pidieron el referente económico y la Arquidiócesis (dijo que) no podía hacerse cargo”, describió Valdemar Romero.

Al respecto, la Arquidiócesis Primada de México aceptó que Rivera deberá hacer frente a su enfermedad, en lo que a recursos económicos se refiere, por su cuenta, toda vez que el grueso del clero ha recurrido a los hospitales públicos para tratar sus padecimientos.

La decisión de que los obispos y sacerdotes reciban la atención médica por Covid-19 en hospitales del sector salud “la ofrecemos ante la situación económica que vive la Iglesia en todo el país y en comunión y solidaridad con lo que viven miles de mexicanos durante esta pandemia y a los que acompañamos a través de nuestra oración diaria”, se lee en una tarjeta informativa.

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