Desde la plaza principal de la Ciudad de México, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ofreció esta tarde su segundo discurso del día como nuevo mandatario en el cual pidió “paciencia porque nos están entregando un país en quiebra”.
El tabasqueño recordó sus compromisos de campaña y prometió proporcionar especial atención a los pueblos indígenas, los cuales entregaron le entregaron un bastó de mando.
“Es una ignominia, una vergüenza, que nuestros pueblos originarios vivan desde hace siglos bajo la opresión y el racismo con la pobreza y la marginación a cuestas”, expresó.
“Por eso, todos los programas del gobierno tendrán como población preferente a los pueblos indígenas de las diversas culturas del país. Se atenderá a todos los mexicanos sin importar creencias, clases, organizaciones, sexo, partidos, sectores económicos o culturales, pero se aplicará el principio de que por el bien de todos, primero los pobres.
Yo voy a estar hablando con todos los mexicanos, con todas las familias. Todos los días en Palacio voy a llegar y vamos a tener una reunión desde las 6:00 horas, para atender el tema de la inseguridad y a las 7:00, cuando termine esa reunión de gabinete, voy a hablarle todos los días al pueblo de México para que saquemos adelante al país”, explicó el tabasqueño.
Y añadió: “Se evitarán gastos innecesarios en el extranjero, las únicas oficinas de gobierno en el extranjero serán las embajadas o consulados. Se va a promover el ahorro en agua, teléfono, gasolina y otros insumos pagados por el erario”.
Asimismo, el tabasqueño aseguró que la mejor política exterior es la interior, ya que “no podemos ser candil de la calle y oscuridad de la casa”.
Asimismo, anunció que se cancelarán los fideicomisos o mecanismos para ocultar fondos público y evadir la legalidad y la transparencia y que “ningún funcionario público podrá ocupar en su domicilio a trabajadores al servicio del Estado, si no cuenta con autorización para ellos”.