En medio de la pandemia por el Covid-19 no es un azar que el gobierno de Estados Unidos (EU) lance una nueva ofensiva militar en contra de Venezuela, aseguró el investigador Jaime Preciado Coronado.

“No es casual que se anuncia el desplazamiento de fuerzas armadas por mar y reforzamiento de bases militares que tiene EU por toda América Latina, en una supuesta lucha que va a la par contra el narcotráfico, en una situación sanitaria de emergencia y, por otro lado, la acusación contra Maduro (Nicolás Maduro, presidente de Venezuela)”.

Preciado Coronado es académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO); cuenta con un doctorado en Estudios Latinoamericanos y con especialidad en Geografía Política.

El 26 de marzo pasado, EU acusó a Nicolás Maduro de cargos criminales por narcotráfico y ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.

El miércoles pasado, el presidente estadounidense Donal Trump informó que buques destructores, barcos de combate, aviones y helicópteros fueron enviados a realizar tareas de vigilancia cerca de Venezuela.

Preciado Coronado hace un análisis de la situación en varios planos, uno de ellos es que está en juego la reelección de Trump. “Recordemos que cuando se hizo el discurso del Estado de la Nación, el invitado estrella fue Juan Guaidó (autoproclamado como presidente interino de Venezuela), lo ovacionaron de pie y se convirtió en una de esas cartas que dan brillo: situar al enemigo afuera cuando internamente hay muchos conflictos”.

Otro plano para el especialista es que “hay una coyuntura de la que poco se habla, y es que descubrieron armamentos y grupos organizados en Colombia que están preparando motines y estrategias de inteligencia para quitar a Maduro”.

La comunidad internacional se encuentra muy dividida. A través del llamado Grupo de Lima, alrededor de 50 países mostraron su simpatía por Guaidó. “¡Claro!, hay 142 países que no lo apoyan, pero con el apoyo de EU es más que suficiente para convertir el conflicto interno de Venezuela en una carta que le reditúa mucho a EU, como ya se vio con los Irán-contra, la persecución en Nicaragua o la persecución y bombardeo indiscriminado a la población de Panamá cuando perseguían al general Noriega”, relata.