Columna invitada

Por Real Venegas

24 de diciembre de 2021.- El 19 de diciembre de 2021, es como volver a aquella noche del 4 septiembre de 1970, era viernes.  Nosotros locos, eufóricos e hinchados de utopías encaramados en las barandas de un camión repollero, así nos veíamos. Felices.

Ganó “El Chicho”, gritábamos miles en la calle, era una celebración pospuesta desde el año de 1952. La Unidad Popular acaba de salir victoriosa en las urnas, con su candidato, el doctor Salvador Allende se convertía en presidente electo de los chilenos. Antes en varias ocasiones fue senador de la República.

Histórica celebración la de 1970. Mezcladas y arrejuntadas ahí estuvimos varias generaciones, todas en un torbellino de gritos y cánticos militantes. Vencimos, éramos la juventud Socialista de Malloco que caminaba glamurosa, rumbo a la Alameda gritando al unísono y acompañados de una desentonada, pero persistente bocina de un camioncito.

La noche de ese día se hizo de madrugada y entonces nos mezclamos con otros miles. Locos de contentos, había abrazos, gritos, copas y besos de compañeras que se mostraban generosas y yo con mis 19 años, así gozaba de ese regalo de vida.

Hoy lo digo abiertamente, nunca había besando a tantas mujeres como esa noche, jamás me volvieron a besar tantas mujeres, como esa noche.

Hoy le toca a otra generación celebrar -en todo Chile- con el triunfo de Gabriel Boric.

Reflexiono en voz alta, casi 50 años después, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que acompañe a Salvador Allende, de trabajar en su equipo de seguridad y de salir exiliado a México, luego del asesinato del presidente Allende y del golpe de estado propiciado por los militares, contra un gobierno constitucional y un mandatario elegido democráticamente?

Hoy, después de vivir casi en la desilusión -por mucho tiempo-, les confieso que he recobrado la esperanza en los jóvenes de mi país, porque debo decirlo de manera franca y abierta, en los camaradas de mi época nunca la perdí.

Hoy veo frente al espejo a un Real Venegas maduro, con el efecto del golpe de los años, pero muy contento (por el momento que vive la patria).  Para las actuales abuelas que de jóvenes celebraron el triunfo de Allende, va todo mi amor, de sus caras no me acuerdo pero sus besos y sus abrazos que nos obsequiamos de manera fraterna jamás me olvidaré, porque eso ocurrió el día que “Chicho”  ganó la presidencia. (Fotos Twitter de La Jornada)