Por Eduardo González Velázquez
21 de enero de 2022.- Las autoridades de los tres niveles de gobierno, sin importar el partido político que se encuentre en el poder, mantienen el discurso de la lucha contra la inseguridad y la violencia como una de sus agendas principales.
Sin embargo, dado los resultados obtenidos, parece que esa agenda pasó de ser un asunto pendiente a una cuestión definitivamente olvidada.
Por ello, la percepción de la ciudadanía sobre la inseguridad en el país no termina de mejorar, por el contrario, continúa deteriorándose.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó esta semana los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), donde se observa que la percepción sobre la inseguridad pública en diciembre de 2021 pasó de 64.5 por ciento a 65.8 por ciento.
Por otro lado, siete de cada 10 mujeres adultas consideró que vivir en su ciudad es inseguro; mientras que 60.2 por ciento de los hombres lo percibió así.
Además, 32.6 por ciento de la población de 18 años y más residente en las ciudades consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su localidad seguirá igual de mal.
Mientras que 26.5 por ciento de la población refiere que la situación empeorará. Uno de cada cuatro hogares en México sufrió robo y/o extorsión durante el último semestre de 2021.
Las localidades con mayor porcentaje de personas adultas que consideraron que vivir en ellas es inseguro fueron Fresnillo, Ciudad Obregón, Naucalpan de Juárez, Zacatecas, Irapuato y Uruapan.
Las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron San Pedro Garza García, Los Cabos, Mérida, Saltillo, La Paz y San Nicolás de los Garza; para 2021, San Pedro Garza García, Los Cabos, San Nicolás de los Garza, Piedras Negras, Tampico y Puerto Vallarta.
En el caso de las ciudades del Área Metropolitano de Guadalajara, es Zapopan donde la población se siente más insegura al pasar de 49.4 por ciento en septiembre de 2021, al 60.8 por ciento en diciembre.
La inseguridad y violencia que vivimos cotidianamente ha generado cambios en las rutinas de la población. Según la encuesta, tres de cada cuatro personas manifestaron sentirse inseguras en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; 70.2 por ciento en el transporte colectivo; 62.4 por ciento en el banco y 57.9 por ciento en las calles.
De 2013 a 2021, un mayor porcentaje de mujeres que de hombres dejó de portar cosas de valor por temor a la delincuencia, en promedio 65.7 y 56 por ciento, respectivamente.
Las percepciones recogidas por el Inegi muestran con claridad al menos dos cuestiones: la primera, el temor fundado de la población a consecuencia de la violencia y la inseguridad existentes en sus comunidades; la segunda, el fracaso de las políticas públicas para solucionar este flagelo.
Es evidente que las estrategias gubernamentales al respecto, sólo han servido para aderezar los discursos triunfalistas acerca del combate a la delincuencia que en la realidad no generan las condiciones de tranquilidad que la población está esperando.
@contodoytriques
