Bolivia.– El Movimiento al Socialismo (MAS), partido del cual forma parte el depuesto presidente Evo Morales, de Bolivia, se hizo nuevamente con la presidencia de aquel país, al arrasar en las elecciones convocadas por el gobierno interino.
De acuerdo con resultado preliminares, Luis Arce, del MAS, logró alrededor del 53.4% de los votos, frente al 31.5% de su rival más cercano , el centrista Carlos Mesa. En tanto, Luis Fernando Camacho, considerado de ultra derecha, consiguió sólo el 14%.
Arce fue ministro de Economía con Morales.
“Aún no tenemos cómputo oficial, pero por los datos con los que contamos, el Sr. Arce y el Sr. Choquehuanca han ganado la elección. Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y en la democracia”, reconoció en redes sociales Jeanine Añez Chávez, presidente interina de Bolivia.
Aún no tenemos cómputo oficial, pero por los datos con los que contamos, el Sr. Arce y el Sr. Choquehuanca han ganado la elección. Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y en la democracia.
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) October 19, 2020
En octubre de 2019, tras buscar por cuarta ocasión consecutiva por la presidencia boliviana, Evo Morales fue acusado por la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, de haber ejercido fraude, situación que ahora se pone en entredicho con la victoria del MAS.
No obstante, dicha situación provocó su salida del gobierno, antes de concluir su mandato constitucional, en medio de tenciones políticas, así como el autonombramiento de un gobierno interino de oposición. En este contexto, Evo Morales fue recibido por Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.
Por su parte, Arce declaró tras conocer los resultados preliminares: “hemos recuperado la democracia, vamos a avanzar en nuestro proceso de cambio reconociendo nuestros errores”. Esto en rueda de prensa celebrada en La Paz, capital de Bolivia.
Durante su gestión como ministro de Economía, Arce llevó al país a un crecimiento del 5% y una reducción de la pobreza en 50%, basado en fuertes inversiones públicas y la nacionalización de las principales empresas.
Esto toma relevancia en un contexto en que Bolivia atraviesa su crisis económica más profunda en casi 40 años, con una contracción prevista de 6.2% en 2020.
La toma de posesión del nuevo presidente se realizaría entre el 31 de octubre y el 30 de diciembre, y no el 22 de enero como fue habitual en los últimos años.