Ciudad de México.-El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, ofreció perdonar todos los casos de corrupción previos a su gobierno, aunque aseguró que no tolerará ninguno una vez que tome posesión el próximo 1 de diciembre.

En el marco del 108 aniversarios de la Revolución Mexicana, el tabasqueño montó una guardia de honor en memoria de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez y aseguró que “no apostamos a la persecución, no es mi fuerte la venganza ni vamos a empantanarnos persiguiendo corruptos”.

“Es un perdón, así. Es lo que se está planteando. Es decirle al pueblo de México: Punto final, que se acabe la historia trágica, horrenda, de corrupción, de impunidad. Que se acabe la política entreguista, y que comencemos una etapa nueva, que ya inicie una nueva historia y que hacia adelante no haya perdón para ningún corrupto, que ya no se perdone a nadie y que se pueda juzgar al Presidente si es corrupto, a sus funcionarios, a sus familiares. Y que se destierre la corrupción de México para siempre”, abundó López Obrador.

Y aclaró: “No soy cacique, no aspiro a ser un dictador, yo soy demócrata, entonces no es darle la orden a los poderes Judicial y Legislativo, que son independientes, de que se detengan procesos que se han iniciado por delitos de corrupción. Todo lo que esté en curso se tiene que concluir y la autoridad competente tiene que resolver”.