Ciudad de México.-Luego de que el pasado 12 de junio se conmemorara el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, la Iglesia católica en México instó al gobierno y a la sociedad en general a redoblar esfuerzos para garantizar los derechos de la infancia, con un énfasis particular en la erradicación de la explotación laboral y el aseguramiento del acceso universal a la educación.
En su editorial de la semana, la Arquidiócesis de México destacó la necesidad urgente de proteger a los niños y niñas de México de prácticas laborales abusivas al tiempo que subrayó que miles de menores en el país son víctimas de explotación laboral, una situación que no solo viola sus derechos humanos básicos, sino que también compromete su desarrollo y futuro.
“La explotación infantil es una herida abierta en nuestra sociedad…Es responsabilidad de todos, no solo del gobierno, sino de cada ciudadano, garantizar que nuestros niños puedan disfrutar de su niñez y recibir una educación que les permita construir un futuro mejor”, expuso.
De acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más de 3.3 millones de niños y adolescentes en México se encuentran en situación de trabajo infantil. Este fenómeno se concentra principalmente en sectores como la agricultura, la minería y el comercio informal, donde los menores trabajan en condiciones peligrosas y extenuantes.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha reiterado que la eliminación del trabajo infantil es crucial para el desarrollo sostenible y ha instado a los países a implementar políticas efectivas para abordar esta problemática.
Para abordar estas problemáticas, la Iglesia propone una serie de medidas concretas:
- Fortalecer la legislación: Mejorar y aplicar estrictamente las leyes que prohíben el trabajo infantil y protegen los derechos de los menores.
- Inversiones en educación: Aumentar la inversión en infraestructura educativa y programas que garanticen el acceso a la educación en zonas rurales y urbanas marginadas.
- Programas de apoyo familiar: Implementar programas sociales que apoyen a las familias en situación de vulnerabilidad económica, reduciendo así la necesidad de que los niños trabajen.
- Concienciación pública: Desarrollar campañas de concienciación para educar a la sociedad sobre los peligros y las consecuencias del trabajo infantil y la importancia de la educación.