Polvo, ruedas y también cristal

Foto: Vía Tus Buenas Noticias

Juan Carlos G. Partida

Lunes 26 de junio de 2023. – Para mi fortuna no soy un villamelón del rock como Pablo Lemus para haber ido a la concha acústica del parque Agua Azul a ¿disfrutar? del “conciertazo” (Pablo dixit) de una banda para mi decadente desde que se creó allá por los 80s (Los Caifanes), porque dichos músicos, en especial su vocalista, sintieron y pregonaron siempre que son el alma mexica convertida en acordes, el águila emplumada con manchas de jaguar a ritmo ecléctico y olor a incienso. Puah.

Mucho menos soy tan oportunista como Enrique Alfaro para haber ido a cantar el himno nacional al estadio de las Chivas junto a Beto Vega y quedar bien con el amigo de ambos, Saúl Canelo Álvarez, en otra de sus peleas de pacotilla como la que ya anunció para septiembre próximo y que por fortuna esa no tendrá erogaciones del erario jalisciense.

El tal Beto Vega, en uno de sus vídeos mete su troca sin placas a la zona peatonal en plaza Guadalajara, en la misma área donde el 5 de junio pasado Alfaro y Lemus mandaron quitar el antimonumento 5J porque “afeaba” el centro histórico.

En ese video el ¿cantante? se persigna frente a la catedral de Guadalajara (cual Xóchitl Gálvez yendo con el cardenal Francisco Robles Ortega) antes de comenzar a vociferar una canción en la que dice que desde niño vendió “marihuana, perico y cristal”, un vídeo que tiene 2.7 millones de visitas en YouTube. Ajúa.
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Pero, eso sí sería descender hasta las catacumbas de mi peor pesadilla, haber acudido al reciente concierto de Peso Pluma al Auditorio Telmex, tal como lo hizo el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, es volarse la barda del sentido común para un académico que está a cargo de la segunda o tercera universidad pública en importancia del país.

Aunque el doc Villanueva entró ya iniciado el berreadero de PP (dejó al amable lector la interpretación a su gusto de esas iniciales) y se retiró antes de que emitiera su última disonancia vocal, también ocupó un palco para, supongo, cantar rolas como La People, una apología al narcotráfico sinaloense, específicamente a la descendencia de Joaquín Chapo Guzmán.

“La people anda activa en Culiacán, quisieron apresar al joven que comanda la capital, no se lo pudieron llevar, los verdes andaban bien bravos de más, me tuve que salir por atrás”, dice esa barroca poesía convertida en bel canto e interpretada con la voz tan singular del tal PP.

La presencia de Villanueva en ese concierto echa por tierra su propio dicho acerca de que el Auditorio Telmex es muy rentable y deja recursos a la UdeG y a la ciudad, pero siempre bajo la supuesta premisa de cuidar la cartelera para evitar exaltar la violencia o dar foro a cantantes claramente ligados a la subcultura del narco.
El propio Villanueva así lo dijo el año pasado en una comparecencia ante diputados locales, también lo hizo en 2019 cuando canceló la presentación de otro intérprete de música hiper violenta, Gerardo Ortiz, época en la que todavía estaba vivo Raúl Padilla y por lo visto se guardaban las apariencias.

“La UdeG promueve esta iniciativa para que no normalicemos la violencia como parte de nuestro día a día. Yo lo dije en mi toma de protesta: en la universidad no vamos a permitir ningún acto de violencia, en ninguna de sus formas”, aseguró Villanueva en 2019, mientras en 2023, hace unos días, a lo mejor cantó (supongo porque está en el hit parade) este lujo de tolerancia antimachista: “Las morras me besan, pues las vuelvo locas a todas, se besan, ellas bailan y se alborotan, no ocupan (sic) flores, solo un polvo que es rosa”. Ajúa x 2.

Claro que ser villamelón roquerillo como Lemus con Caifanes, pues pasa, no afecta a nadie y hasta suscita una sonrisa de ternura, de guiño en el ojo entendiendo que el tri alcalde que se desvive para ser el candidato de MC para gobernar Jalisco va a esa y a todas, con tal de promocionarse.

Pero que Alfaro y Villanueva, un hombre que quiere ser presidente del país y otro también gobernador de Jalisco, compartan gustos y asistan a eventos donde ¿cantan? intérpretes apologéticos de la violencia, no tiene perdón y es una falta de empatía absoluta en un estado y país donde la violencia es cotidiana, tanto a nivel general en Jalisco como en la propia UdeG, donde no cesan las denuncias de acoso sexual.

Y si no, van algunas cifras e historias recientes de terror. Agárrense de donde puedan, por favor:

El domingo 25 de junio hubo un doble asesinato de dos mujeres wixaritari en la comunidad indígena de Tuxpan de Bolaños -en el que una menor murió y además otra resultó herida- lo que hizo que en los 25 días que van de junio los homicidios contra mujeres en el estado sumen 21, a razón de casi uno diario.

“Los servicios médicos municipales se encargaron del traslado al hospital comunitario, sin embargo una de las víctimas, de 43 años de edad, perdió la vida a bordo de la ambulancia y una menor de 12 años de edad falleció al ingreso de dicho hospital comunitario. En cuanto a la tercera víctima lesionada se reporta estable”, informó la Fiscalía, sin precisar a qué “hospital comunitario” se refería.

En la zona wixárika existen centros de salud de atención primaria en algunas comunidades como Tuxpan de Bolaños, pero no en todas. Hospitales comunitarios sólo hay en Huejuquilla y Colotlán, ambos municipios distantes de la ranchería indígena al menos 4 horas transitando por sinuosas carreteras que, en varios tramos, están sin pavimentar.

Aquí muy cerca, en Tlajomulco también este reciente domingo en la madrugada, se informó de otro posible feminicidio, el cual tuvo como víctima a una bebé de apenas año y medio de vida quien pereció después de recibir golpes en la cabeza y el tórax.

En lo que va de junio, de los 21 homicidios registrados contra mujeres según datos de la Fiscalía, 7 murieron víctimas de disparos de arma de fuego, incluida una menor de 16 años a quien su padre -un trastornado policía también de Tlajomulco- disparó en la cabeza.

Este mes otras 6 mujeres murieron agredidas con arma punzo cortante, incluida una niña de 12 años; 2 más murieron golpeadas incluyendo una bebé de mes y medio de edad y las restantes 3 no se ha determinado la causa de fallecimiento debido a que sus cuerpos fueron encontrados segmentados o en avanzado estado de descomposición.

En menos de seis meses de 2023, según cifras del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, se llegó al histórico número de 99 mujeres asesinadas que no han sido identificadas y cuyos cuerpos continúan en la morgue en espera que sus familiares las reclamen, superando a las 87 que durante todo el año pasado estuvieron en esa misma condición, a las 79 de 2021 y a las 60 de 2020. Este año van el doble que el pasado, pues.

Y aunque los feminicidios llaman más la atención (que no es garantía de nada porque por ejemplo ya va para un año sin resolver el caso de Luz Raquel, la mujer que fue quemada viva en Zapopan y a quien la Fiscalía culpó de inmolarse), quienes más mueren a manos de delincuentes son los hombres.

Hasta el 23 de junio pasado, en 2023 habían sido asesinadas en Jalisco 796 personas (sin contar los cuerpos encontrados en fosas clandestinas, bajo el absurdo pretexto de que no puede contabilizarse a quien no se sabe cuándo murió), superando otra vez en menos de medio año la totalidad de homicidios del año pasado, que sumaron 782.

Apenas el sábado 24 de junio, en el interior de un restaurante en la exclusiva colonia Jardines del Valle, en Zapopan, un hombre perdió la vida en un enésimo ataque directo a disparos mientras la víctima comía, hecho en el que otros dos comensales y una mujer resultaron lesionados también por el agresor, quien (adivinó usted) logró huir sin problemas.

Además, para no ir más allá y remitirnos sólo a este fin de semana, la madrugada dominical tres hombres fueron atacados en la colonia Nueva Santa María, en Tlaquepaque, y dos de ellos murieron -uno, menor de edad- sin que se reporten personas detenidas, como de nuevo adivinó el amable lector.

Y mientras tanto, los corridos tumbados rifan entre los políticos jaliscienses porque “bien forrados los paquetes van, no hay pendiente no puedo fallar, siempre estoy listo para cruzar, polvo, ruedas y también cristal”.

@jcgpartida