Luis Octavio Cotero Bernal
01 de noviembre de 2022.- Por ser un compromiso de todo académico y en particular para quiénes integramos el Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídico de la Universidad de Guadalajara, aunado a que, tal y como aconteció con el suscrito, cuando la universidad consideró que, la conducta desplegada por el suscrito, fue inapropiada, me sancionó cesándome en mi función académica y de igual manera, cuando la autoridad estatal me concedió la razón, fui reinstalado en mis funciones sin consecuencia alguna, pues sigo siendo parte del personal académico de la referida institución pública.
En el caso particular del suscrito, cuando un alumno consideró (no obstante, la libertad de cátedra, derecho de todo académico) que, el sentido de mis expresiones era homofóbico, se quejó ante el Consejo Universitario y en razón del sentido de su queja, fui requerido inmediatamente por las autoridades integrantes del consejo para atender con oportunidad los señalamientos y ejercer oportunamente mi derecho de debida defensa.
Es inexplicable el silencio que, ha imperado en la comunidad universitaria del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades y de la federación de estudiantes universitarios, ante el asalto que sufrió una alumna de la licenciatura de derecho al interior de dicho centro universitario, acontecido la semana pasada.
De acuerdo con lo expresado por la propia alumna, quien cursa el cuarto semestre de derecho, estaba al interior del plantel cuando fue abordada por un sujeto que, con pistola en mano, la despojó de su celular. Afortunadamente la alumna no resultó herida.
El hecho delictivo suscitado al interior del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, deja en evidencia la inseguridad del plantel, en el que ni siquiera hay sistema de control para el ingreso de los alumnos y los académicos, mucho menos, un registro o control para las personas ajenas a la institución.
También existe otro problema (o mala práctica) al interior del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades: los académicos que, son parte de la nómina y cobran su salario, aun cuando no cumplen con la carga horaria y para citar sólo un par de ejemplos, me referiré al secretario general de gobierno y el caso de una regidora de Guadalajara, ambos considerados académicos de tiempo completo, pero que, dado los cargos que, actualmente ocupan en la presente administración, incumplen con sus compromisos académicos.
El trato desplegado para una mayoría de los que, somos parte del departamento de derecho público, es diferente, pues se nos exige además de la asistencia, también se nos exige puntualidad.
Al rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades: usted cumple puntualmente con su responsabilidad académica, el abogado general de la Universidad de Guadalajara, también ¿por qué no exigir el debido cumplimiento de su deber a todos los que somos empleados de la comunidad universitaria?
Es urgente que, la seguridad y justicia, no se queden al margen de la ley, pues esta debe imperar, también en los centros universitarios.
A los alumnos y académicos, les hago un llamado para que, de manera respetuosa y responsable, manifestemos el estado real y actual de todas las problemáticas que se viven al interior del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, con el único propósito de conservar nuestra calidad académica, seguridad laboral e integridad física.
Vamos todos cumpliendo cabalmente con el compromiso que, aceptamos; compromiso que, tenemos con nosotros mismos, con la sociedad, con el alumnado y con nuestra alma Mater.
Director del Observatorio Académico de Justicia y
Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos
Universidad de Guadalajara