Apreciable lector de Partidero, con la firme convicción de contar y documentar los deportes, atletas y protagonistas ya sea en la pista o en el campo e incluso fuera de él, es como arrancamos junto a usted este espacio.

En el que le invitaremos a adentrarse al mundo de los deportes, yendo más allá del gol, la medalla y ser parte de #MásQueUnJuego, justo y como lo haremos desde esta primera entrega.

Sin más preámbulo y justo en la recta final del que ha sido un sexenio estatal, complicado, de rezagos y con muchos, pero muchos bemoles, el Consejo Estatal del Deporte, por sus siglas CODE, decidió sumarse a esta cascada de notas negativas al cierre de la administración.

No es que durante estos seis años no las tuviera, pero vaya que sorprendió que apenas el lunes, la clavadista jalisciense Alejandra Orozco, medallista olímpica en Londres 2012 y en la misma justa pero modalidad de la juventud en 2014, denunciara vía redes sociales los incumplimientos de pago del organismo hacia su persona desde que se colgó la presea de plata hace poco más de seis años.

Orozco fue enfática que luego de solicitar una beca deportiva al organismo, en el mismo le negaron dicho apoyo, ya que se tenía registrado que la clavadista había recibido ya la suma de 900 mil pesos, mismos que nunca vio, por lo que su inconformidad se hizo viral en las redes sociales.

Un día después de que la noticia se reprodujera en diversos medios de comunicación y que la institución quedara mal parada por su error en desamparar económicamente a una de las más destacadas atletas de la última época, se ofreció una rueda de prensa en la que su titular André Marx Miranda salió a ofrecer una explicación acerca del hecho.

La argumentación institucional fue que se trató de una confusión, pues parte de dichos recursos se le devengaron a Alejandra Zavala atleta de tiro deportivo y no a Alejandra Orozco como un oficio así lo establecía.

El organismo salió a expresar en su defensa que nunca hubo mala intención o dolo en esta situación, sino que se trató únicamente de un error de carácter administrativo.

Justo en ese tema es en donde el organismo rector del deporte estatal cometió, errores u omisiones durante la administración que ya se va, y es que a lo largo del camino que está por finalizar el 5 de diciembre próximo, proveedores, atletas, otras instituciones e incluso trabajadores se han visto afectados en pagos o condiciones laborales.

Si usted cree que es inadmisible negarle una beca deportiva a una atleta élite del estado e histórica por sus logros en la fosa de clavados, ¿cómo calificaría entonces, adeudos por cerca de 10 millones de pesos a hoteleros en 2017 en el marco de Olimpiada Nacional y Juegos Escolares? A los que en su momento los prestadores de servicios recurrieron a la secretaría de Turismo y gobierno estatal para buscar dejar saldadas las cuentas.

O la acusación que apenas hace un par de meses realizara la Universidad de Guadalajara, ante la falta de los recursos para atletas del sistema de educación media superior, quienes participaron en los pasados Juegos Deportivos Nacionales de ese nivel educativo en detrimento de 116 deportistas.

No olvidemos que el organismo que dirige Marx Miranda ejerce recursos públicos pero sus manejos han sido discrecionales y algunos fuera del alcance de transparencia, tal y como dio a conocer en 2017 la periodista Gloria Reza, compañera de este medio.

Es cierto que pueden ocurrir errores humanos de carácter administrativo, sin embargo el próximo gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez deberá ser muy responsable en el monitoreo del trabajo del próximo titular del deporte estatal, en la persona de Fernando Ortega, a fin de que se note el cambio que ofreció previo a la elección.

Cambios que incluso ofreció a la clavadista olímpica Alejandra Orozco quien recurrió vía Twitter al gobernador electo, hallando respuesta inmediata y en referencia a los ejes de su propuesta de gobierno en materia deportiva.

Veremos si esto se cumple y se apoya lo mismo al atleta encumbrado o bien al que producto de su esfuerzo y el de sus familias se construyen al interior de los polideportivos estatales.