¿Qué manos mecen la cuna de la corrupción?

Conocemos la cuna, pero falta saber quién la mece. Sabemos que ahí, dentro del moisés, hay millones y millones de pesos. Comenzamos a enterarnos del origen y destino de los millonarios recursos. Nos percatamos de algunos participantes en el acunar del dinero. Percibimos que se arrulló con sumo cuidado y cautela. En completo silencio. Ni siquiera a media luz. Notamos que lograron adormecer a los mirones y preguntones, al tiempo que balanceaban sutilmente el contenido del cesto llamado La Estafa Maestra. corrupción

Fueron 7 mil 670 millones de pesos desviados para fines personalísimos del grupo de priistas gobernantes durante el sexenio de Enrique Peña Nieto ¿Cuántas y cuáles manos fueron necesarias para robar esa enorme cantidad de dinero? ¿Quién tenía el poder para ordenarlo y organizar el robo a la nación? ¿Quiénes distribuyeron los recursos y bajo qué lógica lo hicieron? ¿Quiénes los recibieron? ¿Fue una o varias personas? ¿El conocimiento de la Estafa llegaba hasta la punta de la pirámide o solo se quedó en la base del andamio de la corrupción y el saqueo?

El robo, desvío y uso de los recursos fue con fines electorales. Se aceitaron las campañas presidenciales de Enrique Peña Nieto, en 2012, y de José Antonio Meade, en 2018, así como las elecciones intermedias federales del 2015 y para gobernador del Estado de México, en 2017. Esto sin olvidar los recursos destinados para la promoción política del entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong en su búsqueda de la nominación tricolor para acceder a Los Pinos.

De cara al robo conocido como La Estafa Maestra, y con base en las investigaciones de la Fiscalía General de la República, lo que tenemos hasta el día de hoy es que la única mano que meció la cuna fue la de Rosario Robles Berlanga, exsecretaria de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Nadie más. Nadie supo de sus maniobras, de sus andanzas, a nadie le entregó el dinero, todos los recursos terminaron en su bolsa, nadie se enteró de la maquinaria financiera puesta en marcha por Robles Berlanga para quedarse con miles de millones de pesos. Es más, ni quienes recibieron dinero para lubricar sus campañas electorales se enteraron. Fueron unos perfectos ignorantes del teje y maneje de Rosario Robles.

Hoy por hoy, la exjefa del Gobierno capitalino, quien evidentemente no meció la cuna en soledad, acepta colaborar con la Fiscalía General de la República (FGR) para terminar de armar el rompecabezas de La Estafa Maestra, luego de haber sido abandonada a su suerte en el penal de Santa Martha Acatitla. Sin más, se convertirá en testigo colaborador de la FGR para someterse al “criterio de oportunidad” a cambio de inmunidad legal en la investigación de la FGR.

Veremos finalmente si las manos del expresidente Enrique Peña Nieto, quien le pedía a Rosario aguantar sin preocuparse; o las del excanciller y exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, virtual vicepresidente en el sexenio pasado; o las de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos, y primer cantor de la nación; o del malogrado ex candidato presidencial priista, José Antonio Meade; o de Miguel Ángel Osorio Chong, quien regentea al grupo hidalguense del tricolor; o las piezas menores de Ramón Sosamontes y Emilio Zebadúa; aceptan haber mecido la cuna o simplemente se mantienen en la negación absoluta pretendiendo hacernos creer que Rosario Robles y su circunstancia se hicieron del dominio de más de siete mil millones de pesos en su propio beneficio.

Me parece que la FGR no debe batallar para demostrar que varias manos mecieron la cuna del saqueo y la corrupción.

 

@contodotriques

 

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