Relato de una sobremesa familiar

Relato de una sobremesa familiar

Yandher

En las típicas sobremesas de familia, es común reconocer los patrones que integran esa unión, cómo la psique colectiva da función de lujo, en el núcleo de la principal institución social y política de la sociedad.

En la familia es bien sabido que se establecen los parámetros de convivencia, las jerarquías y se dicta el rumbo de los integrantes en el tema social, político, económico y religioso y pobre, del que se dé el lujo de pensar diferente, ya no hablamos del actuar.

Contexto: Soy feminista, media arraigada y aferrada, porque mi madre me enseñó a serlo y mi padre a pensar por mí libremente, sin salirme tanto del molde.

Entonces volvemos al storytime… En la sobremesa se quedan mayormente los hombres, porque las mujeres debemos limpiar la mesa, los trastes y la cocina, atender a los adultos en bebidas o botanas y a los más pequeños de mimos, cambios de pañal y limpieza de las áreas que ocupan; en esta historia, mientras los hombres hablan de los excesos sociales y las ventajas políticas, sale a la platica mi sobrina de 12 años, por aquello de los excesos en la escuela y cómo sus compañeros le hacen bullying, y entonces hay que enseñarla a defenderse…

  • No te dejes, debes ponerles un alto (dice mi esposo)
  • Túsiempre debes defender tus derechos (dice mi hermano)
  • Debes ser consciente de tu persona y el respeto que mereces (dice su papá, mi cuñado)
  • ¡Sí!, que te respeten, nunca agaches la frente (dice mi padre)
  • Nadie debe tocarte o hacerte sentir mal (dice mi sobrino, su hermano).

Y entonces, asombrada y orgullosa a la vez de tanto feminismo en sus palabras, de cómo protegen y alientan a una niña de 12 años; levantó la voz y digo:

  • ¿Para qué?
  • Explíquenme ¿para qué?
  • Quiero saber ¿para qué?
  • Si le van a decir loca, feminazi, eres demasiado fijada y feminista, estás mal pensando en el feminismo, tú sólo tienes en la mente el daño que te hacen los hombres, estás mal por querer llegar a espacios que les pertenecen a los hombres
  • Porque la mujer debe ser recatada, ser feliz en su hogar, protegida y mantenida por el hombre

Y sigo preguntando

  • ¿Para qué enseñar a las niñas a defenderse?

Y entonces algunos se rieron, otros se molestaron pero todos se avergonzaron, porque yo, que soy mujer adulta, no debo defender mis derechos porque me vuelvo feminista extrema; no debo ponerle el alto a un hombre porque entonces exagero y no soy tolerante. Los hombres no son el problema. El problema somos las mujeres, que exageramos.

¿Encontraron el punto?

¿Por qué una niña sí tiene derecho a levantar la voz, a defenderse y poner un alto?

¿Por qué la mujer adulta debe entender que el hombre es así?

Y entonces yo entendí que si quieren que las mujeres jóvenes, ésas que están aún bajo su protección sepan defenderse, que sean mujeres fuertes y autosuficientes, poderosas pues.

Pero que una mujer de su edad que intenta alcanzar un espacio, que se esfuerza por llegar y crear se vuelve competencia, se vuelve incómoda y agresora al mismo tiempo.

Para no hacer mas grande esta historia, estoy orgullosa de sembrar cambios de ideales en función de las mujeres, que a mí no me toca vivirlos pero a las siguientes generaciones sí. Siempre lo digo en mis charlas feministas: Nosotras activamos, trabajamos y moldeamos para la siguiente generación; por favor mujeres no dejen de luchar por ser visibles, por ganar espacios y por crear nuevos ideales para todas, pero en especial para las que vienen.

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