Remesas y bancarización

En el contexto del fenómeno migratorio se generaliza una idea que no es del todo cierta: la dolariza enviada por las personas migrantes a sus familias será eterna, en tanto existan migrantes. Dicho así, no es cierto. La realidad es que las remesas son limitadas en el tiempo por varias razones, a saber: por la naturaleza “ilegal” de la migración; por la exclusión social de muchos de los receptores; porque son sostenidas en el tiempo solo con un constante flujo migratorio; y por los bajos niveles de bancarización de la sociedad mexicana.

La precaria bancarización obliga a las familias remeseras a trasladarse a una población diferente a donde habitan para poder cobrar los envíos, así como a ser castigadas con el tipo de cambio al que les pagan sus dólares, sin olvidar el costo del envío que queda en manos de las compañías que ofrecen ese servicio. El costo que pagaron los migrantes por enviar el año pasado 40 mil 606 millones de dólares a nuestro país alcanzó los mil 834 millones de pesos, a consecuencia del cobro de comisión por mandar dinero y al tipo de cambio con el que se les pagan sus billetes verdes.

Para atajar los problemas y costos que enfrentan las familias remeseras y los migrantes, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador plantea utilizar la infraestructura del Banco del Bienestar para el envío de remesas. La idea respaldada de manera conjunta por el Banco de México (Banxico), la Secretaría de Hacienda (SHCP), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco del Bienestar, la Asociación de Bancos de México (ABM) y el Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME), es que los mexicanos residentes en Estados Unidos puedan abrir una cuenta bancaria tan solo presentando la matrícula consular, independientemente de su situación migratoria, y recibir en las ventanillas de asesoría financiera de los consulados sus tarjetas de débito físicas; mientras en México sus familias puedan acceder a los mismos servicios del Banco del Bienestar.

Mediante la iniciativa también se llevarían los servicios bancarios a los municipios que carecen de ellos, ya sea vía sucursales, cajeros automáticos o corresponsales. Los municipios que carecen de cobertura bancaria son 350, en tanto el Banco del Bienestar cuenta con mil 393 puntos de atención en el país y este año proyectan abrir mil sucursales más.

Con esa medida, afirma la 4T, los envíos de dinero de los connacionales en el extranjero hacia sus familias en territorio nacional se realizarían de manera sencilla, segura y económica, sobre todo por medio de los canales electrónicos. Los migrantes podrían seguir usando las compañías remeseras, pero los envíos serían cobrados en el Banco del Bienestar por medio de la denominada Red de la Gente a un mejor tipo de cambio del ofrecido por otras instancias financieras, casa de cambio o empresas de envío de dinero. Además, se pondrá en marcha la compra de dólares en efectivo a migrantes y sus familias con cuenta en el banco estatal.

Para nadie es un secreto la importancia que tienen los miles de millones de dólares que envían los migrantes a sus familias en México, son más de 450 municipios que encuentran en las remesas el alivio económico necesario para mantenerse en pie; pero también sabemos que la mayoría de los recursos terminan gastándose por la urgencia económica de las familias receptoras y lo atomizado de los envíos, impidiendo con ello que sean usadas para generar algunas fuentes de empleo. Finalmente, los migrantes y sus familias enfrentan un alto costo para el uso y disfrute de esos recursos, lo cual, sin duda, debe cambiar.

Atender y solucionar esa realidad es el objetivo del proyecto para bancarizar a los migrantes mexicanos avecindados en la Unión Americana.

 

@contodoytriques