Ciudad de México.- La sombra del narcotráfico se cierne cada vez con más fuerza sobre Javier García Cabeza de Vaca, gobernador de Tamulipas, quien ahora fue vinculado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) con Joaquín “Chapo” Guzmán, cabecilla del Cártel de Sinaloa, ya que habrían sostenido una reunión allá por 2012.

De acuerdo con información revelada por el periodista Óscar Balderas, para el portal Emeequis, en el informe 168MATAMOROS182_d, que hasta hace poco se mantenía “encerrado y bajo llave”, Tobin Bradley  excónsul general para Estados Unidos en Matamoros, Tamaulipas, plasmó pruebas de los nexos de Cabeza de Vaca y el narcotráfico.

Según Balderas, quien tuvo acceso al documento confidencial, el encuentro entre el capo mexicano y el mandatario estatal se celebró en febrero de 2012 en los Cabos San Lucas, Baja California Sur. El formato elegido fue una comida a la que acudió también el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, actualmente preso en Estados Unidos.

La acusaciones contra García Cabeza de Vaca también apuntan a supuestos desvíos de recursos del erario.

En Estados Unidos, las autoridades han acreditado a García Cabeza de Vaca al menos una cuenta en las Islas Caimán para ocultar el dinero de la droga y las prácticas de corrupción, además de viajes de sus familiares 2008 y 2015 a paraísos fiscales usando un jet privado Hawker 800 que despegaba del aeropuerto internacional de McAllen, Texas, de donde es originario Cabeza de Vaca.

Otras evidencias pretenden acreditar que el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca estaría relacionado no solo con el trasiego de drogas del Cártel de Sinaloa, sino con el robo de combustible y el lavado de dinero, que le habría dejado un patrimonio ilegal de más de 2 mil millones de pesos.

En tanto en México, el mandatario estatal emanado del Partido Acción Nacional, es investigado por la Fiscalía General de la República, por presuntas operaciones con recursos ilícitos provenientes del narcotráfico.