Estos últimos días de febrero e inicios de marzo se publicaron varias encuestas nacionales que destacan una caída en la aprobación popular del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. La encuesta de Reforma, publicada este lunes 2 de marzo, muestra una aprobación de 59%, mientras que en marzo de 2019 era de 78%. Es decir, una caída de 19%. La misma fuente considera indica que el 55% de los encuestados considera que el presidente está tomando decisiones positivas, mientras que 42% lo duda; 50% considera que está de acuerdo con el combate a la corrupción, mientras que la mayoría 62% considera que no está combatiendo al crimen organizado y 67% en que no ha reducido la violencia.
La encuestadora De las Heras Demotecnia publicó que en 15 meses López Obrador perdió 18 puntos de aprobación, pues pasó de 80% a 62%, al mismo tiempo que la desaprobación pasó de 14% a 29%. En las preguntas específicas, De las Heras muestra que 69% de los encuestados considera al presidente una persona sincera, 74% cercano a la gente, 62% capaz de resolver problemas, 70% lo consideran un líder. En cuanto a las expectativas, 60% valora que la situación económica de México va a mejorar mucho/algo, mientras que 31% de los encuestados que creen que va a empeorar mucho/algo.
Finalmente, Consulta Mitofsky en su TrackingPool semanal muestra que en la última semana de febrero, 54.6% estaban de acuerdo con el presidente, mientras que 45.2% estaba en desacuerdo; la aprobación tuvo una caída de 11.8% desde mitad de marzo de 2019, y la desaprobación tuvo un aumento de 12.3% en el mismo período.
Las encuestas son fotografías del momento, registran la percepción de los encuestados el día que son entrevistados; esa percepción está mediada por muchos factores: su situación o experiencia personal, de su familia o de sus amigos y conocidos. También por la información que recibe por cualquier medio de comunicación o de las redes sociales. Realmente el balance de la popularidad de López Obrador no va mal si consideramos varios factores que están presentes actualmente en nuestro país, y que antes no existían.
Gasto en publicidad y comunicación social
Las noticias que surgen del gobierno de México pasan ahora sin los “filtros” que había antes, tanto en el manejo de las noticias como en los artículos de muchos periodistas estrellas. Durante el gobierno de Peña Nieto, por ejemplo, se gastaron cerca de 50 mil millones de pesos; en el primer año 2013, por ejemplo, el gobierno gastó en comunicación 4,195 millones de pesos; existe una enorme diferencia ya que durante su primer año de gobierno 2019, López Obrador apenas gastó 212.7 millones de pesos. Hace una semana la revista Contralínea publicó un reportaje de los recursos públicos que recibían periodistas quienes vendían opiniones y artículos favorables al gobierno de Peña Nieto. Es decir, López Obrador, sin transferir recursos a los medios de comunicación y periodistas tiene una aceptación que ronda en promedio 60%, no está mal, considerando que Peña Nieto gastó raudales de dinero y terminó con una popularidad de alrededor de 20%.
Fake News
Al parecer este será el sexenio de las noticias falsas (fake news), todos los días se publican y se reproducen noticias falsas sobre el gobierno de López Obrador en todas las redes sociales. El episodio más reciente se presentó el fin de semana pasado: en un evento en la tierra natal de López Obrador los asistentes al mitin, que por cierto ahora sin Guardia Presidencial, entran a los eventos del presidente sin control alguno, como sí los había antes, abuchearon y criticaron al presidente municipal y al gobernador de Tabasco. Pues resulta que en redes sociales se difundió la noticia que la población le gritaba al presidente, incluso ponían como título “se acabó la luna de miel”. Es claro que existe una estrategia, financiada y sostenida por robots para estar todos los días golpeando al gobierno de López obrador; es muy difícil que con una operación de ese tamaño, tan organizada y consistente, no se desgaste la imagen de un político.
El estilo personal de López Obrador
Las conferencias mañaneras de López Obrador es una hecho inédito, ningún presidente de México había seguido este formato de comunicación directa con representantes de medios de comunicación, sin embargo, no se percibe planeación en el contenido de esas conferencias de prensa y por tanto los errores del presidente han sido abundantes. Eso también ha alimentado la guerra sucia de la oposición que usa esos errores para continuar el golpeteo a la imagen del Presidente de México. Sin duda que los errores y ocurrencias durante las mañaneras también han desgastado la imagen de López Obrador.
Economía y delincuencia
Sin duda que el mal desempeño de la economía y el aumento de la violencia son factores reales que están afectando el nivel de aprobación que tiene López Obrador de la población. Además, la aparición del coronavirus está golpeando fuertemente la economía mundial y México resentirá esos efectos. Así que si la economía empeora y los niveles de violencia no muestran signos de mejora, la aprobación del presidente se verá afectada de forma negativa este año.
Sin embargo, se equivoca el Presidente cuando afirmó este lunes, en la mañanera que la caída de su popularidad se debe a que los conservadores están muy enojados porque ahora sí se está combatiendo la corrupción; más bien es al revés: si la población viera que el gobierno de México profundiza el combate a la corrupción y la población ve que se denuncia y procesa a muchos delincuentes de cuello blanco, que la población percibe como corruptos, entonces los niveles de aprobación del presidente se irían a las nubes; las declaraciones donde afirma que él no es vengativo y que no piensa perseguir a los ex presidentes es un error muy grande que ahora se empieza a reflejar en las encuestas.
Así que tomando en cuenta el contexto político, económico y social que prevalece en el México actual, un nivel de aprobación de 60% no está mal.