Partidiario
Criterios
Si ahora mismo hubiera revocación de mandato en los 32 estados mexicanos, los habitantes de 28 entidades se librarían de sus gobernadores, entre ellos Jalisco de Enrique Alfaro Ramírez (MC), quien encabeza la segunda tabla de los evaluados en una encuesta del diario El Financiero, publicada ayer.
Los demás que tendrían que irse, igual que Alfaro, son: Cuitláhuac García, de Veracruz; Rutilio Escandón, de Chiapas, y Claudia Sheinbaum, de Ciudad de México, los tres de Morena.
Posteriormente aparecen con un porcentaje que oscila entre los 40 y los 38 puntos, en ese orden: Juan Manuel Carreras (PRI), de San Luis Potosí; Diego Sinhaue (PAN), de Guanajuato; Javier Corral (PAN), de Chihuahua; Carlos Miguel Aysa, de Campeche; Alfredo del Mazo, de Edomex, y José Ignacio Peralta, de Colima. Los tres del PRI.
En los cinco últimos lugares están, en orden descendente: Miguel Barbosa (Morena), de Puebla y Héctor Astudillo(PRI), de Guerrero, con 38 y 36 puntos; Cuauhtémoc Blanco (PES-Morena), de Morelos, con 35 puntos; Michoacán, Silvano Aureoles (PRD), de Michoacán con 30 puntos; Jaime Rodríguez, El Bronco (Independiente), de Nuevo León, y de Baja California, Francisco Arturo Vega (PAN), con 21 y 19 puntos de calificación, respectivamente.
Les siguen, con calificación reprobatoria, los siguientes tres panistas: José Rosas Aispuro, de Durango; Martín Orozco Sandoval, de Aguascalientes y Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, con 57 los dos primeros y el tercero con 56 puntos. Inmediatamente después se ubican: de Tabasco, Adán Augusto López (Morena), con 55; de Oaxaca, Alejandro Murat (PRI) y Antonio Echavarría (PAN), de Nayarit, con 53 cada uno.
Los últimos seis de la primera tabla evaluada la concluyen los gobernadores que obtuvieron entre 52 y 48 puntos buenos: Marco Antonio Mena (PRI), de Tlaxcala; Miguel Ángel Riquelme (PRI), de Coahuila; Omar Fayad (PRI), de Hidalgo; Carlos Joaquín González (PAN), Quintana Roo; Alejandro Tello (PRI), y Carlos Mendoza Davis (PAN), de Baja California Sur.
Hasta aquí, todos ellos tendrían que abandonar su gubernatura en caso de una revocación de mandato, como en Jalisco la ha propuesto Alfaro Ramírez.
De acuerdo con una encuesta publicada este martes 10 de septiembre, únicamente fueron aprobados cuatro gobernadores por sus correspondientes ciudadanos: Mauricio Vila Dosal, de Yucatán (PAN), calificado con 79 puntos; Quirino Ordaz (PRI), de Sinaloa, con 65; Claudia Pavlovich (PRI), de Sonora y Francisco Domínguez (PAN), de Querétaro, quienes fueron aprobados de panzazo; apenas recibieron una calificación de 62 y 60, respectivamente.
La encuesta, que se hizo entre el 14 de julio y el 2 de septiembre vía telefónica entre cinco mil personas en las 32 entidades, se concentró en dos puntos importantes pero no suficientes: economía y seguridad pública, en los cuales Enrique Alfaro resultó muy mal parado: en el tema de la economía, apenas con 25 puntos favorables, y pésima calificación en seguridad: sólo 11 puntos buenos y 83 negativos.
La violencia tan se ha enseñoreado en la entidad, que por doquier hay ataques, enfrentamientos a balazos, desapariciones forzadas y macabros hallazgos de fosas clandestinas con bolsas de cadáveres o partes de cuerpos desintegrados, atribuidos irremisiblemente al crimen organizado que sigue haciendo de las suyas sin que parezca que esto vaya a cambiar pronto.
En materia de seguridad, los hechos están a la vista. No hay quien no haya sufrido, al menos, un susto por la violencia, el robo de casas habitación, que ha disminuido, pero sí han crecido robos en la vía pública, que van desde los celulares hasta las autopartes o directamente los vehículos.
Los mismos cuerpos de seguridad, de procuración de la justicia y otros entes públicos son frecuentemente atacados violentamente. Los hechos de esta naturaleza, en Jalisco, resultan ya casi incontables.
La más reciente ejecución de personal que tienen la encomienda de brindar seguridad se dio precisamente el pasado sábado 7 en Lagos de Moreno, cuando fueron tiroteados el director de Seguridad de ese importante municipio, Vany Rodríguez Méndez y sus guardaespaldas Norberto Juárez Reyes y José Julián de Jesús Cerrillo, cuando se disponían a abordar su unidad blindada. Ya los tenían en la mira y nada pudieron hacer para defenderse.
Anteriormente habían sido acribillados otros funcionarios, como el comandante de la Policía de Tepatitlán, Arturo Vargas Gómez, y su escolta, y el 22 de agosto fue muerto el fiscal regional Gonzalo Huitrón y el mismo día sufrió un atentado el juez de Chapala, Melchor Augusto Gómez.
En fin, el número de elementos de las distintas entidades públicas suman entre 22 y 25 fallecimientos por ataques directos en lo que va de la actual administración estatal.
Ahora bien, si aquí se hubiera preguntado en la encuesta sobre el exagerado aumento al pasaje urbano (de 7 pesos a 9.50), transparencia y de cómo se hizo el presunto negociazo entre Alfaro y un amigo suyo en torno a la renta de maquinaria por alrededor de 3 mil 600 millones de pesos, denominado “A toda máquina”, el resultado adverso para el gobernador hubiera sido peor. Y eso que aún nada se sabía del doble negocio de la venta de la Villa Panamericana, presumiblemente a los mismos constructores. Toda una acción legal simulada.
Por esos y otros motivos, de haber una revocación de mandato Alfaro Ramírez tendría que dejar de inmediato el Poder Ejecutivo, salvo que recule…, o que haga realmente algo muy significativo y se reivindique ante la sociedad jalisciense. Tendría que doblegar un tanto su autosuficiencia y su arrogancia.