Según expertas, la tasa de embarazo adolescente sigue siendo alta en México

Embarazo adolescente

Ciudad de México-. En conferencia nacional de hoy sobre Covid-19, Hugo López-Gatell, sub secretario de Salud, y José Luis Alomía, director de epidemiología de la Secretaría de Salud, estuvieron acompañados por Karla Berdichevsky, titular del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, Gabriela Rodríguez, secretaria General del Consejo Nacional de Población, y Rocío García, directora del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), quienes hablaron sobre el embarazo adolescente en México.

Alomía inició la conferencia exponiendo el panorama nacional del virus, especificando que hay 15 entidades en riesgo alto, 15 en medio y uno en bajo en el semáforo de riesgo Covid-19.

En esta ocasión añadieron otros rubros para analizar la epidemia. Uno de ellos son los casos sospechosos sin muestra. También, sobre las personas con una muestra, contemplan dos aspectos. El primero de ellos son aquellas cuya prueba está siendo analizada, y el segundo las que sí tienen una, pero no pueden obtener un resultado, ya sea porque no llegó a un laboratorio, o por ser rechazada al no cumplir los lineamientos establecidos.

Los casos sospechosos están representados por un 4%. La positividad es 39%.

Al día de hoy, México suma 733 mil 727 casos acumulados, 30 mil 769 sospechosos con posibilidad de resultado, 185 mil 320 sospechosos sin prueba, 93 mil 953 sospechosos sin posibilidad de resultado, y 76 mil 603 decesos confirmados.

875 mil 41 resultaron ser negativos, hay 36 mil 577 casos activos y 527 mil 278 personas se han recuperado.

A pesar de que los casos estimados suben, la tendencia descendente de las últimas nueve semanas se mantiene.

Respecto a la ocupación hospitalaria, la de camas generales es del 27% a nivel nacional, y por lo menos cada estado tiene un 51% de disponibilidad. En cuanto a las camas para casos graves, la ocupación media nacional es de 23%, y las entidades tienen por lo menos 55% de capacidad. Acerca de las últimas, desde ayer hubo una caída importante (también se registró un 23% nacional), y por lo menos la mitad de las entidades tienen un 80% de disponibilidad, lo cual demuestra la desaceleración de la epidemia.

La dra. Graciela Rodríguez, expuso que México ha adquirido compromisos internacionales con el fin de evitar el embarazo adolescente, así como el trabajo interinstitucional realizado por la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA).

Indicó que la tasa ha descendido en los últimos cinco años, bajando un 7.8%, pero el descenso es muy lento. Actualmente hay 68 nacimientos por cada mil adolescentes, un total de mil al día en menores de 19 años, por lo que sigue siendo alta.

Los casos son muy diferentes. En las menores de 14 años hubo un ligero aumento, y en las niñas de entre 12 y 14 años fue de 2.8% a 3%. A la vista es una crueldad porque muchas de ellas son víctimas de incesto, matrimonios arreglados y abuso sexual. La meta es reducirlos a cero.

Por otro lado, señaló que desconocen si el aumento se debe a que han mejorado el registro de los casos.

El 60.4% utilizan anticonceptivos en su primera relación sexual, pero se debe tomar en cuenta que no lo usan siempre, siendo una de las principales razones de las casos.

Sobre las niñas y adolescentes embarazadas, solo el 6.6% llegan a los estudios universitarios, y el 22.2% de las adultas. No es que dejen la escuela, muchas de ellas vienen de familias que nunca han llegado a la educación media superior, siendo la secundaria el último nivel que alcanzan en muchos casos, y solo algunas llegan a la preparatoria.

Añadió que México asistió a la Cumbre de Nairobi el año pasado, en la cual abarcaron temas como evitar los abortos inseguros, fomentar los derechos reproductivos y sexuales, campañas de prevención, la educación sexual integral (cambio cultural y acabar con el machismo) y fortalecer el compromiso de los hombres en la responsabilidad del embarazo adolescente.

Otro punto que buscan fortalecer en el país es la doble protección, es decir, por ejemplo, que utilicen condón y además que la mujer use un anticonceptivo hormonal.

También buscan estudiar cuantos embarazos so resultado de tener relaciones sexuales bajo los efectos del consumo de alcohol y otras sustancias.

La dra. concluyó señalando que no se trata de un tema de crecimiento demográfico, sino de la autonomía de las mujeres, es decir que decidan sobre su cuerpo.

Enfatizó que ninguna niña violada deber ser forzada a ser madre.

Por su lado, la dra. Karla Berdichevsky, abundó que es un problema de salud pública en el país.

Anotó que la región del Caribe y Latinoamérica es la segunda a nivel mundial con las tasas más altas de embarazos adolescentes, y México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con la mayor tasa, con casi uno de cada 5 nacimientos provenientes de adolescentes.

Advirtió que las niñas y adolescentes tiene las mayores tasas de muertes por maternidad, además de que generan un impacto social fuerte, y las niñas están desventaja en la sociedad al salirse de la escuela, además de una marcada desigualdad salarial en aquellas que trabajan.

Muchas sienten vergüenza al abastecerse de anticonceptivos, y en algunas ocasiones reubican los lugares para hacerlo, lo cual complica obtenerlos.

Debido al Covid-19, muchas mujeres conviven con un posible agresor, lo cual puede derivar en violencia sexual.

Con base en estadísticas, resaltó que casi en un tercera parte de los casos no hay registro de la edad del progenitor, lo cual apunta a violación sexual, y casi cada una de cada 10 mujeres han sido víctimas de violación en su infancia.

Finalmente, Rocío García, titular del DIF nacional, charló sobre las medidas del instituto para la atención inmediata para niñas, niños y adolescentes víctimas de vulnerabilidad o algún delito, las cuales incluyen protección especial en caso de ser necesario, y dar seguimiento a los casos para comprobar que sus derechos fueron restituidos.

Precisó que se debe adoptar medidas especiales para aquellas y aquellos que están en una situación de vulnerabilidad debido a situaciones específicas, tales como su nivel socio-económico, dinero, cultura, etnia, situación migratoria, género, creencias, prácticas culturales, etc.