Sin electricidad, pacientes del Gómez Farías se quedaban sin aire

Guadalajara, Jalisco.-Un apagón de energía eléctrica ocurrido el domingo 21 de junio en el hospital Valentín Gómez Farías, provocó el fallecimiento de un paciente intubado a consecuencia del Covid-19.

La falta de suministro de energía eléctrica duró más de cuatro horas, la planta de energía sustituta no entró en funcionamiento.

A través de un chat en WhatsApp en el que se encuentran jefes de áreas del hospital Gómez Farías que pertenece al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), se pedía con desesperación ayuda a las y los médicos para que regresaran a laborar exclusivamente en apoyo a los pacientes covid.

“Increíblemente, quienes más acudieron fueron los residentes quienes están estudiando una especialidad, y los menos, fueron los médicos que reciben un salario de parte del instituto”, explicó a Partidero una fuente a quien se le mantendrá en anonimato para evitar represalias.

“El jefe, pedía encarecidamente ayuda para los pacientes del piso 7”.

Los respiradores son eléctricos de diferentes modelos y marcas, son calibrados y con mantenimiento puntual para que los enfermos no corran ningún tipo de riesgo.

Al irse la luz, alrededor de 15 residentes y médicos de base que acudieron al llamado, suplieron la función de los ventiladores eléctricos a través del método “ambu”, que se hace de manera manual con una perilla que se conecta al tubo y se le da aire al paciente.

A través de los ventiladores eléctricos, cuando exhala el paciente, el aire que arroja se va a un tubo, y con el sisma ambu, el paciente avienta su exhalación al medio ambiente, todo el personal que acudió “estaba bien protegido de lo contrario ahorita tendríamos un foco de infección”.

“Nadie recomienda la ventilación ambu, es lo último que hay que a hacer, pero era necesario, no había de otra”.

El día el apagón, había entre 25 y 28 pacientes con covid, la mayoría en el piso 7, y un único paciente pediátrico en el piso 6. Se determinó que ese hospital destinaría los pisos 5,6 y 7 para hacer frente a la epidemia sanitaria. “Vamos de arriba hacia abajo, cuando se llene el piso 7, sigue el 6 y luego el 5”.

La persona enferma por covid, murió. En el chat de jefes del ISSSTE, “alguien dijo que era un paciente grave, sí, pero, ¡claro que influyó el apagón!”.

Tres después del hecho desafortunado, se volvió a repetir el incidente.

 Ayer miércoles, alrededor de las 16:00 horas volvieron a tener problemas en dicho nosocomio con la energía eléctrica. “La luz se iba y regresaba, se iba y regresaba” y la planta no entraba en funcionamiento.

 

Le costó la vida a una mujer

La persona consultada por éste medio de comunicación, manifestó que la pandemia por el covid-19 puso a prueba a todos los servicios sanitarios del mundo y ninguno estaba capacitado o preparado para enfrentar el problema.

Comentó que casi está seguro que las determinaciones por personal médico de otros países han costado vidas de varias personas.

Como ejemplo, dijo que Jalisco no es la excepción, en el caso del hospital Valentín Gómez Farías del ISSSTE, un directivo tomó una “una mala decisión” que le costó la vida a una mujer quien se recuperaba luego de una cirugía cardiovascular.

“Hace una o dos semanas, alguien decidió que la terapia intensiva del hospital se convirtiera en terapia intensiva covid, eso es algo que los hospitales pueden hacer, por supuesto, sin embargo, se sacó a los pacientes de terapia intensiva que no tenían covid”.

Quienes no tenían covid-19 fueron trasladados a una sala general, y la mujer recién operada de alrededor de 50 años de edad la sacaron de terapia intensiva y conectada a un ventilador, “la paciente falleció al siguiente día”.

Los cirujanos mostraron su coraje, ante “una decisión irresponsable e irracional”.

 

El Mantenimiento

Un apagón de luz en un hospital público o privado es algo imponderable, pero que la planta de energía eléctrica del hospital Valentín Gómez Farías, tardara más de cuatro horas en funcionar “es inadmisible. Eso fue de espanto”.

Agregó que de manera cotidiana los hospitales hacen simulacros con sus plantas de energía alternas y se les da de manera constante mantenimiento, algunos hospitales lo hacen cada semana, otros cada dos semanas, otros cada mes, “y en lo que va del año nadie en el Gómez Farías, recuerda un simulacro”.

La planta del hospital en cuestión “no es vieja, tendrá unos ocho años, se va la luz y en ocho o diez segundos de manera automática tienen que funcionar. ¿Qué falló en la planta?, no lo sé. Son datos que la autoridad no comparte y no tendría que compartir con todos los trabajadores”.