La 62 Legislatura del Congreso de Jalisco, para no perder la costumbre de su pésima actuación durante todo el trienio, se despide con una convocatoria amañada, vergonzosa y cínica para llamar a elecciones en Tlaquepaque, dirigida solo para mujeres.
El tamaño del oportunismo político no tiene límites con esta Legislatura: la misma que se encargó de desaparecer el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM), la misma que se opuso a una reforma electoral integral que garantizara la paridad y la misma que, en noviembre pasado, permaneció en silencio cuando el consejo general del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco no aprobó el punto que obligaba la designación de mujeres en cinco de las candidaturas en los diez municipios más importantes de Jalisco (Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tlajomulco, Tonalá, Puerto Vallarta, El Salto, Lagos de Moreno, Tepatitlán y Zapotlán El Grande).
La simulación de la paridad ha sido lo suyo, especialmente por parte de Movimiento Ciudadano (MC), que utilizó su mayoría cuando se trató de atentar contra los derechos de las mujeres al desaparecer el IJM y nunca para garantizar la paridad, como lo podría haber hecho al aprobar que se dividiera el primer grupo de los 10 municipios más importantes en dos y evitar que los partidos políticos postularan a sólo hombres en Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tlajomulco y Tonalá y garantizar así una verdadera paridad sustantiva en la participación política de las mujeres en el estado.
Es indignante e inadmisible que ahora venga esta 62 Legislatura, y particularmente Movimiento Ciudadano, a querer vestirse de democracia paritaria al emitir una convocatoria solo para mujeres en un claro oportunismo político que le daría ventaja a su candidata.
Evidentemente, la citada convocatoria además de amañada y cínica, es totalmente impugnable al contravenir incluso los lineamientos del Instituto Nacional Electoral que establecen que en las elecciones extraordinarias se conserven las condiciones originales de género.
La paridad como pretexto y las mujeres como argumento son un atentado a la democracia constitucional cuando se utilizan sólo para saciar los intereses partidistas y de una manera claramente oportunista. No compañeras, no se equivoquen, una convocatoria dirigida solo a las mujeres en este contexto, no es un triunfo, por el contrario, es un atropello a la democracia.
La participación política de las mujeres y su acceso a los espacios de gobierno y de decisión no debe estar sujeta a los vaivenes políticos ni a simulaciones. La siguiente legislatura tiene una deuda pendiente para con las mujeres en el Estado, garantizar la paridad y la participación política de las mujeres estará en sus manos y en una reforma electoral integral que así lo establezca.
Por lo pronto, la 62 Legislatura se despide con el oprobio de utilizar el argumento de las mujeres y la paridad, en un claro oportunismo político sustentado en la simulación y el engaño. No, así no se construye la democracia. No en mi nombre, no en nombre de las mujeres, no en nombre de la paridad.
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