Un mueble brillante y robusto

Un mueble brillante y robusto

Josefina Reyes Quintanar

Un mueble brillante y robusto, con pedal de hierro y encima un cuerpo de metal negro, comúnmente adornado con motivos dorados, entre las más famosas: la máquina de coser Singer. Su origen se remonta a finales del siglo XVIII en Londres donde surgen los primeros prototipos cuyo fin era utilizar una aguja con el fin de realizar una costura mecanizada un poco rudimentaria. En el siglo XIX ya se utilizaba en países como Alemania, Francia o Gran Bretaña y muchos fueron los que quisieron atribuirse la invención, ya que hasta ese momento los oficios de sastre o costurera se llevaban a cabo de forma artesanal.

Fue hasta 1830 que se le atribuyó su invención al sastre francés Barthélemy Thimonnier, volviéndola realmente práctica; el gobierno francés le otorgó la patente y la creación de una fábrica con 80 máquinas de coser, pero al sufrir diversos ataques y boicots por parte de los sastres vecinos -que temían perder su trabajo- tuvo que huir a Inglaterra. En 1851 el neoyorquino Isaac Merritt Singer fundó la compañía que llevaría su apellido a millones de hogares, ya que su visión fue totalmente radical, dejando de lado las máquinas solo para la industria, creo una para la gente común, pensando especialmente en las mujeres y su uso doméstico. Creó una máquina que realizaba 900 puntadas por minuto, en ese entonces una costurera profesional lograba sólo 40 puntadas por minuto.

Entre las marcas más famosas de máquinas de coser se encuentran Alfa, Elna, Juki, Pfaff, Gritzner, Bernina, Bernette, Brother, la mayoría de ellas europeas y la última de origen japones. Pero no cabe duda de que cuando pensamos en una máquina de coser, pensamos en Singer. Una de estas máquinas, sobre todo las de principios del siglo XX son casi indestructibles, llenaron a muchos hogares en una época en que el coser era una necesidad, era un acto de amor y creación en cada familia. Muchos aún conservan una, como relicario, como herencia, como adorno.

La escritora española Ana Lena Rivera publica en 2022 un libro llamado Las herederas de la Singer, una trama familiar que involucra a varias generaciones de mujeres; y sobre todo la evolución de la sociedad española desde principios del siglo XX y de las mujeres en particular hasta nuestros días. Para la autora el siglo pasado fue clave en los cambios que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia, y liga la historia de varias mujeres con la máquina de coser ya que ésta representó una luz de independencia económica para muchas.

Con cuatro generaciones de mujeres de una misma familia, unida su historia a la máquina de coser, aunque lo que representa la máquina es totalmente distinto para cada una de ellas, este libro tiene como escenario varias ciudades españolas y diferentes épocas de la historia. La Singer se convierte en un personaje más como testigo de la vida de las mujeres que fueron sus dueñas, además de llevar la marca de un secreto que guarda esta familia. En la primera generación la Singer fue una novedad, para la generación intermedia fue el sustento del hogar y para la última, un simple objeto para decorar la casa.

Al no ser una historia lineal, va entrelazando un mismo tema, pero en la vida y realidad de cada una de las protagonistas, desde la perspectiva histórica y la moral que impera en cada década. El papel de la mujer según las normas de la época, la homosexualidad, la economía, el matrimonio y la vida cotidiana de varios personajes. Todo lo anterior se desarrolla en episodios de la Guerra Civil española, la época de los mineros y las carboneras hasta llegar a los años del coronavirus; locaciones en Madrid, Oviedo, Sevilla, Gijón. Una novela fresca y muy acorde a los temas actuales, se disfruta su lectura.

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