Un poco de sangre en la burbuja

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Más que un juego

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Recuerdo en mis juventudes escuchar del grupo La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, el verso de su canción Un poco de sangre: “un poco de sangre roja sobre un gran auto nuevo, un poco de sangre roja, sobre un gran auto blanco”. Hoy día la realidad nos ofrece una terrible analogía de esta letra con el asesinato, en un percance vehicular, de una pareja de recién casados, ocasionado por el auto nuevo y blanco del futbolista Joao Maleck.

Maleck, quizá como Junior, a quien se cita en la letra de la canción, “se imagina que su auto nuevo es un caballo blanco, y él se siente un rey valiente, tan orgulloso, que nada lo detiene”: estrofa distinta a la realidad.

En este panorama, lejos de acordes y letras, Joao detuvo su paso no de rey, pero sí de imprudente, con el auto Aveo de la joven pareja, en un domingo que para ellos era especial.

El desenlace de ese momento fue en principio trágico, con la muerte instantánea de la pareja y, a la par, el inicio de una cruenta historia para el futbolista, en la que la consecuencia podría ser pasar buena parte de su vida detrás de los barrotes que resguardan una celda.

Para nadie es un secreto que durante este proceso legal y tragedia en ambos lados de la vía, en ambos asientos del auto, mucha incertidumbre se generó a partir de conocer la actividad del causante del choque y su importancia en la sociedad. Sabemos de sobra que a un futbolista, figura pública o ciudadano con poder adquisitivo, la justicia le llega de manera expedita y cargada en la balanza hacia su lado, como muchas cosas en la vida de estos personajes que habitan al interior de una burbuja social.

Para quienes no la habitamos, el deseo de justicia para los familiares de las víctimas y el deseo de concientizar, que ningún auto es un “caballo blanco”, que conduciendo uno podemos, al igual que en la canción ya citada, escuchar solo un grito, un golpe y nada más, derramando demasiada sangre en esta ciudad.

Muchas cosas deben cambiar a nivel de hábitos, códigos civiles y penales, así como nuestro concepto de manejo, pues es recurrente, común y bastante corriente, avisar dónde se ubica el operativo salvando vidas, cuánto cuesta modificar un dictamen pericial y de alcoholemia, conducir texteando o a alta velocidad.

Estas situaciones del día a día pueden acabar en tragedias como la de María Fernanda y Alejandro, quienes iniciaban una página linda en su vida, mientras que Joao acaba de truncar muchas más en su carrera deportiva.

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