“¿De dónde vienes, Padre?” -preguntó Francisco al extenderle la mano en audiencia pública. ‘De Guadalajara’-respondió-. “¿Cómo está el cardenal Sandoval? Salúdamelo. Luego le refirió que en pláticas previas al cónclave contaba chistes. “Es buenísimo para los de pericos”. Así lo recordaba el Pontífice. El emérito arzobispo no concordó del todo con el fallecido. Es uno de los cinco purpurados que cuestionaron algunos temas del último Sínodo. A pregunta de Carlos Loret sobre el legado de Francisco, respondió que “por complacer al mundo, “tocó límites de la ortodoxia. La Iglesia no puede fallar al Evangelio como en el caso divorciados vueltos a casar no deben comulgar porque cometieron adulterio”. Repreguntó si hubo herejía. “Yo no me atrevo a hacer juicio del Papa. Dios que lo juzgue”. Sandoval no dijo que haya pasado la línea; puso sobre la mesa la discusión, entiendo.
