La gran puesta en escena está programada para el fin de semana. Enrique como torero al centro del ruedo matará la gran duda: ¿Pedirá licencia para buscar la presidencia o continuará hasta el final de su mandato? Los propaganderos del Alfarismo ya le prepararon el escenario al patrón e hicieron circular encuestas (¿pagadas?), donde dejó de ser un gobernador reprobado en su gestión y ahora -como por arte de magia- vemos calificaciones de 5.6 y de 6%. ¿Es en serio? ¿Alfaro por decreto de las encuestas ya es uno de los mejores mandatarios de todo el país? ¿Usted se puede imaginar a Alfaro en la presidencia de México?