21 de febrero de 2022.- Las acciones bélicas entre los grupos del crimen organizado en el territorio de Zacatecas y Michoacán provoca el éxodo de decenas de familias que abandonan sus casas, sus negocios o sus ranchos para buscar refugio y huir de la violencia.
Una ola de agresiones que se intensificó en la última semana en Zacatecas con el homicidio de cinco jóvenes, de entre 21 y 25 años de edad, quienes luego de salir a divertirse a un bar el sábado 12 de febrero, fueron levantados y asesinados.
Los cuerpos de cuatro de ellos los encontraron en bolsas en la caja de una camioneta (el domingo 13 de febrero) en el Rancho El Marengo en el municipio de Genaro Codina; mientras que el de la última víctima, Valeria, se localizó el pasado sábado, en una casa de seguridad luego de un cateo.
Se trataba de los cuerpos de Irving Castor Rojas, Natalio Torres Balderas, Luis Ángel Manzanares Cortés, Alexia Monserrat y Valeria Landeros.
Ya hay cinco detenidos por el asesinato de estos jóvenes.
Las fronteras de Jalisco con Michoacán y Zacatecas son vistas como un foco rojo ante la guerra que se registra entre los cárteles del narcotráfico que operan en la zona.
Las hostilidades entre grupos rivales utilizan en medio de esa guerra, camionetas con blindaje artesanal llamados “monstruos”, metralletas calibres .50, drones cargados de explosivos y minas que los delincuentes entierran para atacar a sus adversarios.
En el caso de Jerez, Zacatecas, las fotos que circulan en redes sociales muestran el instante en que algunos de los vecinos de Palmas Altas toman carretera para salir de ese municipio y son escoltados por elementos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, según describe Jorge Ramírez en el portal de Periodistas Independientes de Jalisco (PIJAC).
Los militares han tenido que llevar a cabo labores de barrido y rastreo en el afán de detectar los explosivos colocadas por uno de los grupos rivales.
A través de internet, desde hace varios meses, se incrementó la venta de fincas y predios en diversos municipios. Se trata de inmuebles que ofrecen los propietarios a bajo precio ante el temor de ser invadidos en sus propiedades y en el afán de huir del lugar donde no hay orden. Se perdió la paz y la autoridad federal responde de manera tardía ante la inseguridad.