Guadalajara, Jalisco.- En medio de un inusitado operativo policial, un juez restituyó la posesión de la lechera Sello Rojo a los hermanos Roberto Eiji González Uyeda, Aída Araceli Tomie, Sergio Akira y Alfredo Shigueru, quienes desde mediados del año pasado sostiene una disputa legal con sus también semejantes Abraham, quien fuera subsecretario de gobernación en el sexenio de Felipe Calderón, Rubén Masayi, líder empresarial de Jalisco, e Hilda Hiroko.
Los ahora vencedores, previo al pleito, sostenían la parte mayoritaria de la empresa, mientras que Abraham y Rubén la parte minoritaria.
A través de un video, en posesión de este medio de comunicación, Juan Carlos Soto, abogado del grupo mayoritario, explicó: “hoy queremos informar a la opinión pública que un juez de control ha determinado restituir a la familia González Uyeda la posesión y la administración de la empresa, a raíz de que ha determinado que existe un fraude procesal cometido en el expediente de Juzgado Noveno Mercantil y una simulación con una serie de asambleas donde Rubén Masayi y Abraham e Hiroko, quienes tenían el 38% (de las acciones), más bien dijeron que tenían el 100%”.
“Hoy en día se restablece el Estado de Derecho, están restituyéndoles los derechos a los señores que representan el 59% del capital social”, apuntó.
También aseguró que la parte mayoritaria seguirá “peleando” por la estabilidad de la empresa y las familias que de ella dependen.
Según explicó Felipe Cobián Rosales, director de Partidero, en su columna del 21 de julio de 2019, a los siete hermanos González Uyeda, su padre les heredó el 91 por ciento de las acciones repartidas a partes iguales :13 por ciento a cada quien. El nueve por ciento restante lo poseen los otros dos hijos de don Roberto González de la Torre, Hilda y José Luis González Sánche, 1.2 y 7.2%, respectivamente.
El último –José Luis González Sánchez─, se quedó con un porcentaje pequeño no obstante haber sido el gestor del financiamiento bancario y particular, para la adquisición de la pasteurizadora y cofundador de la ahora exitosa compañía junto con su padre Roberto y su hermano Rubén. Finalmente fue éste quien se quedó con casi la totalidad de las acciones (el 90%) y echó a su hermano José Luis de Sello Rojo.
“A su muerte, Rubén heredó a sus siete hijos González Uyeda, quienes en buena medida siguieron su ejemplo y ahora están divididos y peleados”, expuso en su momento Cobián Rosales.
La última actualización del caso se conoció a principios de este año, cuando Rubén Masayi González Uyeda se desistió de las medidas cautelares que promovió en junio del año pasado provocando una “seria crisis en la lechera jalisciense”.
En ese entonces, a través de un comunicado la parte informó que “Rubén Masayi González Uyeda e Hilda Hiroko González Uyeda presentan desistimiento liso y llano de las medidas cautelares promovidas como acto prejudicial”, por lo que el control de Sello Rojo regresaría a sus directivos originales.