Hasta donde se ve y se sabe, no hay duda de que el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, estaba haciendo bien las cosas. Al menos, al gusto del Presidente. que, a su modo, lucha contra la corrupción.
No obstante, a Santiago Nieto le ganó la arrogancia, la soberbia. Se creyó impoluto, intocable, insustituible. Esto lo llevó a cometer el grave error de su vida, y al arranque de su nueva vida: casarse en una suntuosa y casi “secreta” boda en la ciudad de Antigua, Guatemala, supuestamente huyendo de las miradas fisgonas de los mexicanos.
Y fue precisamente a la mitad del camino de un gobierno austero, antififí, antielitista y cayó en lo contrario de lo que se pregona. Y la culpa no es de su jefe, sino propia. Por eso se derrumbó de la gracia de Andrés Manuel López Obrador, quien en la mañanera del lunes dijo molesto que “es un escándalo”. Por eso fue destituido, aunque él dijo que renunciaba, aunque dijo en su tuit: “Mi lealtad es con el Presidente , mi amor –perdido, sin duda─ es con Carla Humphrey”, su mujer.
A eso no se le puede llamar lealtad al mandatario ni a lo que representaba: la cara lavada, o lavándose, de sistemas corruptos y rodeados de corrupción.
¡Qué fácil es resbalar cuando se tiene todo: poder y dinero! Eso le pasó a responsable de la UIF. Se volvió arrogante y al final, la soberbia lo perdió, lo tumbó.
Se pregunta uno: ¿de dónde tanto dinero, esos 24 millones de pesos para hacerse de la casa en donde vivirán? ¿Tanto ha ganado Nieto a su paso como funcionario gubernamental? ¿Será riqueza de abolengo la suya y la de la consejera electoral, ahora su esposa?
Otras cosa: ¿cómo está eso de los 35 mil dólares en efectivo que alguien llevaba, unos dicen que los portaba la ahora defenestrada titular de Turismo de la Ciudad de México, Paola Félix, quien supuestamente llevaba esa suma en su bolso? Otros aseguran que esa suma de moneda extranjera era del dueño de El Universal y hasta del jet ─que finalmente fue fletado─ que llevó a gente bien, de la élite política y social, Juan Francisco Ealy Ortiz.
Finalmente se aclaró que la portadora de esa suma era la asistente de Ealy Ortiz, Erika Telich, quien o quienes presuntamente habrían hecho su declaración de la suma, al partir del aeropuerto de Toluca. En viajes internacionales solamente se permite llevar máximo 10 mil dólares, sin necesidad de declararlos.
Ahora se afirma que el más contento de este tropezón y caída, es el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, pues se rumoraba que ya había investigado la fuga de 8 millones de dólares a paraísos fiscales que habrían pertenecido a un hermano fallecido, pero que en realidad, se rumoraba, que es dinero del alto funcionario a quien incluso, se suponía, que podría sustituir Nieto Castillo tarde que temprano.
Hoy, gran parte de esas investigaciones parecen derrumbarse. Aunque ya veremos.
El responsable ahora de continuar lo bueno que haya hecho Santiago Nieto Castillo será Pablo Gómez, un viejo lobo del mar político, legislador en distintas ocasiones y exdirigente partidista de izquierda y quien, en la medida de lo posible ha sido congruente con su forma de pensar y de hacer.
Como economista titulado que es, aunque no haya ejercido tanto en la práctica, no sé si tenga algo de sabueso, de investigador en materia de corruptelas y desvíos de recursos públicos, pero deberá de aprender si se rodea de la mejor gente posible.
Ya veremos. Tiene la suficiente madurez para no engreírse. Al menos, hasta donde lo conozco que no es mucho. Pero el poder es tentador… como el dinero. Siempre y cuando no se tengan bien puestos los pies sobre la tierra.