José Díaz Betancourt
Viernes 29 de septiembre de 2023.- La vida de los pueblos, comunidades y ciudades medias del interior ya no será igual nunca más, la tragedia que envolvió a Autlán deja ver un proceder distinto de la naturaleza con un agregado desde el comportamiento humano que pone en peligro la vida de los ciudadanos y termina con los días de seguridad y paz.
Lejos quedaron los días en que los viejos de la región solo recomendaban sobre las venidas de agua en el temporal y no sobre avalanchas asesinas como la registrada el pasado 25 de septiembre en esa ciudad de la costa.
Una mole líquida como la registrada en el arroyo del Jacolote no puede soportarla una comunidad que por muchos años solo pudo ver bajar un poco de agua revuelta y chacales en los días de lluvias.
Las autoridades se apuraron pronto a deslindarse de cualquier responsabilidad recurriendo al tema de las lluvias atípicas, del incendio forestal y otras causas, pero siempre ninguna culpa, siguiendo al pie de la letra el principio de las políticas invisibles de intervención, atribuyendo la tragedia a “cosas del destino” y a la sentencia suprema: Les dijimos que no vivieran ahí.
Pilón
Al menos, para garantizar los llenos esperados en las Fiestas de Octubre el Siteur y dependencias que le acompañan, podrían reparar las escaleras eléctricas en las estaciones del Tren Eléctrico, como lo hace cualquier centro comercial que quiere vender y donde nunca fallan.
