Los epulones en el palacio de la injusticia

SCJN PARTIDERO JALISCO

· Los perdedores son los panistas, y no pueden alegar supremacía

· La Reforma al Poder Judicial va adelante, pese a Blinken y al PAN

 

Ayer, dispuesto a redactar la columna “Análisis a Fondo”, en la que quería destacar la insensatez de los senadores panistas y de los pocos de otras oposiciones, la realidad me confirmó la desfachatez de los azulinos en su afán de presentarse en la tribuna, actuar y hablar como si ellos fueran los vencedores de la elección del 2 de junio, cuando la realidad es que ellos y cualquier otra oposición, fuera del PRI o del MC, quedaron masivamente machucadas, arrasadas como por un tsunami japonés, por las fuerzas del denostado y vilipendiado presidente López Obrador y su Movimiento de Regeneración Nacional.

La verdad es que, aunque ellos, los panistas, lo declaren inconscientemente, no disponen de ninguna fuerza política para enfrentar a la mayoría morenista y tienen que reconocerlo.

¿Qué hubieran dicho, clamado o reclamado, si ellos hubieran sido los vencedores el 2 de junio? Y esta actitud irracional, como irracionales y reaccionarios son los panistas, es manifestada por los hijos del Yunque, la organización secreta más diabólica, que ha extendido sus tentáculos a buena parte del mundo.

En la primera sesión celebrada en el Senado para plantear, analizar y corregir la iniciativa del presidente López Obrador de reformar al Poder Judicial, escenario de la corrupción más absurda, del nepotismo más sinvergüenza, y de muchas aristas que revelan que ese poder está podrido, los panistas obviamente se pusieron del lado de los secretarios, jueces, magistrados y ministros objeto de la reforma planteada por el mandatario, casi ya saliente de Palacio Nacional, llevando en su loca carrera a ingenuos estudiantes de derecho de escuelas particulares como la famosa por reaccionaria Escuela Libre de Derecho, formadora —o deformadora— de abogados de los juicios más conservadores del espectro, como el señor Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, y de la ultraconservadora Facultad de Derecho de la UNAM.

Avalada por diputados y senadores de Morena y partidos adláteres como el PT y el Verde Ecologista, en la sesión senatorial de este martes, el único tema a tratar, analizar y discutir por los senadores fue la inevitable reforma al corrupto Poder Judicial, cobijo de la delincuencia organizada y de delincuentes de cuello blanco, como los multimillonarios evasores de impuestos (de por allá por el Ajusco, entre otros), que gozan de privilegios judiciales y son beneficiarios de las acciones de jueces, magistrados y ministros, que presumen de tener preponderancia sobre los otros poderes —el Ejecutivo y el Legislativo—, que no tienen por qué plegarse a los designios, digámoslo claro y alto, de la diabólica ministra Norma Piña Hernández, quien está posicionada del lado, además de las delincuencias, de las fuerzas más reaccionarias del espectro político, como el PAN.

Desde la tribuna o desde su escaño, los panistas y conservadores simpatizantes lloriquean, gritan, berrean como si fueran borrachos en tribuna, solicitando redención de su alcoholismo, para que los morenistas y el presidente López Obrador no toquen la estructura putrefacta del Poder Judicial y del Consejo de la Judicatura, que adoran a la diabólica injusticia y que son siervos de las clases dominantes, para las que se desviven por defender de las “tropelías” de los pobres en contra de los barones del dinero, porque con las migajas de los ricos, más sus millonarios emolumentos oficiales, viven como epulones en el palacio de la injusticia.

@analisisafondo

@AFDiario