Belerofonte científico: Astronomía y cultura

 

Durruty Jesús de Alba Martínez

En otro enfoque, las relaciones que la astronomía mantiene con las artes, a través del tiempo y el espacio, ciertamente ayudan a transmitir parte de la emoción, si no del proceso racional, al público en general.
David Valls-Gabaud & Alexander Boksenberg, The role of astronomy in society and culture, Proc. IAU Symp. 260, IAU (2011), p. 5

 

22 de noviembre de 2022.- El pasado 8 de noviembre asistimos una serie de actividades con las cuales se busca hacer presentes a la comunidad y visitantes de Guadalajara los espacios, lugares y elementos relacionados a la actividad astronómica en la historia de la ciudad, éstas iniciaron en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres al filo de las 9 de la mañana con una ceremonia con la cual se conmemoraron los 146 años del natalicio del presbítero Severo Díaz Galindo, quien fuera director del Observatorio Astronómico y Meteorológico del Estado (OAM-Jal) cuando dicha institución, establecida el 2 de abril de 1889, se incorporó a la recién inaugurada Universidad de Guadalajara como su primera dependencia dedicada esencialmente a la investigación científica.

Terminado el acto los asistentes se trasladaron al Laboratorio de Artes Variedades (LArVa), lugar donde se ubicaba el antiguo Colegio de San Juan de la Compañía de Jesús, donde inició sus actividades el OAM-Jal cuando en dicho espacio funcionaba la Escuela de Ingenieros de Guadalajara, para hacer una develación simbólica del primer código QR con información sobre la actividad relacionada con la astronomía desarrollada en dicho lugar.

La develación simbólica del primer código QR de Tripulante XXI en LArVa

En tal acto participaron las doctoras Candelaria Ochoa Ávalos, regidora de Cultura de Guadalajara, Adriana Ruiz Razura, coordinadora de la Maestría en Gestión y Desarrollo Cultural (MGDC) del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el licenciado José Luis Coronado, entonces jefe de la Unidad de Patrimonio de Guadalajara, el doctor Héctor Hugo Ulloa, director del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la UdeG y la licenciada en Sociología Mónica Martínez Borrayo, estudiante de la MGDC-UdeG y autora del proyecto Tripulante XXI, Ruta astronomía en la ciudad, originado como parte de la tesis de maestría Salvaguarda del Patrimonio Astronómico de Guadalajara 1850-1970.

Las actividades continuaron con la presentación formal del proyecto Tripulante XXI en el auditorio “José Guadalupe Zuno” del Museo Regional de Guadalajara, alrededor de las 16:30 horas, con una primera mesa en la cual intervinieron los develantes del código QR, resaltando su valor como iniciativa con la cual se rescata una parte de la historia de la ciencia en Guadalajara; luego de un breve receso continuó un panel con las voces del presbítero y abogado Tomás de Híjar Ornelas, Cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara, quien desgranó una erudita alocución sobre la vida como sacerdote del presbítero Severo Díaz Galindo; la maestra Laura Benítez Barba, de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco “Juan José Arreola”, quien además es autora del libro Atisbos al cielo: Severo Díaz Galindo y su trabajo científico (SC Jalisco-CUCEI UdeG, 2009); la maestra Laura Catalina Arreola Ochoa, profesora-investigadora del Departamento de Historia del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG, quien relató acerca de las colaboraciones entre Díaz y José María Arreola, otro de los grandes sabios olvidados de Jalisco.

Presentación del proyecto Tripulante XXI, Ruta astronomía en la ciudad en el auditorio del Museo Regional de Guadalajara (Foto: Durruty J. de Alba M.)

La actividad como muy activo presidente de la Junta Auxiliar en Jalisco de la ahora Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística (BSGEJ) del Pater Díaz fue relatada por el licenciado Samuel Gómez Luna, actual presidente de la misma; finalmente, quien esto escribe dio voz al trabajo del colega y amigo Juan Nepote González, recién nombrado como Premio Jalisco de Ciencias y responsable de museografía del Museo de Ciencias Ambientales de la UdeG, en cuyo texto se dio cuenta del “prodigioso miligramo”, la pequeñísima muestra del elemento Radio contenida en un dispositivo de literario nombre: el espintariscopio, cuya invención en 1903 la hizo sir William Crookes, con el cual en el primer tercio de 1904 Díaz y Arreola hicieron los primeros experimentos sobre radioactividad en Guadalajara.

Para finalizar el día la Plaza de la Liberación fue sede de una “Excursión Celeste”, dirigida por el maestro en ciencias Jaime F. Almaguer, profesor-investigador del IAM-UdeG, quien auxiliado de uno de sus estudiantes de licenciatura mostraron a los interesados congregados en torno a tres pequeños telescopios algunos de los peculiares objetos visibles esa noche en la bóveda celeste. La emoción y comentarios de los más pequeños que atisbaron a través de los instrumentos dan cuenta de la natural vocación a la indagación, que lamentablemente hemos erosionado en los procesos educativos, simplemente ya no se enseña en bachillerato la Cosmografía que era materia obligatoria hasta la primera mitad del siglo pasado.

Excursión Celeste en la Plaza de la Liberación (Foto: Durruty J. de Alba M.)

En su mensaje durante la develación del primer código QR de Tripulante XXI la socióloga Martínez Borrayo mencionó: “La ciencia es parte de la cultura y eso es algo que debemos ir sembrando entre todos los pobladores y toda la gente, todos los niños que están ávidos de conocimiento”, diríamos que no en balde el nombre del organismo de las Naciones Unidas dedicado a dichos menesteres es precisamente “para la Educación, la Ciencia y la Cultura”.