Guadalajara, Jalisco.- En un operativo coordinado entre autoridades municipales, estatales y del Ejército y la Guardia Nacional, los 370 reos de alta peligrosidad que permanecían presos en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) 2, ubicado en el poblado de Puente Grande, Jalisco, comenzaron a ser trasladados a la base aérea, desde donde volarán a sus nuevos destinos.
A decir de autoridades estatales, alrededor de 18 autobuses se encargarán de movilizar a los prisioneros, siempre escoltados por un fuerte dispositivo de seguridad.
Ayer, a través del Diario Oficial de la Federación, Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana informó el cierre del complejo penitenciario, considerado de máxima seguridad, que comenzó a operar en el año de 1993.
Según el citado acuerdo, el cierre de Puente Grande obedece a lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo, que en su objetivo número siete, “señala que la Recuperación y Dignificación de las Cárceles, precisando la necesidad de que las instalaciones penitenciarias cuenten con la infraestructura, recursos humanos y materiales suficientes para atender a la población penitenciaria que se alberga en los centros penitenciarios federales”.
>También “que es necesario generar acciones para la modernización y reingeniería en materia penitenciaria, privilegiando lo establecido en el artículo 18 de nuestra Carta Magna que señala que el sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos, el trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir, por lo cual, con esta acción de desincorporación se facilitarán los mecanismos y actividades para lograr la reinserción social de las personas privadas de su libertad”.
Contrario a esta explicación, Rubén Ortega Montes, experto en temas de seguridad, dijo en entrevista con el diario NTR Guadalajara que el cierre del Cefereso podría obedecer a las pugnas existentes entre el gobierno estatal y el federal, ya que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador no confía, al menos en temas de seguridad, en la de Enrique Alfaro Ramírez.
La población penitenciaria de Puente Grande ya se encontraba disminuida desde finales de junio pasado, cuando 380 reos, identificados varios como cabecillas del narcotráfico, fueron enviados a otras cárceles del país.
El reclusorio es conocido por protagonizar la primera fuga de Joaquín Guzmán Loera, alias Chapo, cabecilla del Cártel de Sinaloa que ahora purga una sentencia de por vida en Estados Unidos.
#Entérate La mañana de este martes comenzó el primer traslado de reclusos del penal de Puente Grande a Base Aérea Militar, donde abordaron aviones para reubicarlos a otros reclusorios pic.twitter.com/oigTP8s2uz
— Guardia Nocturna (@GNocturnaMX) September 29, 2020