¿Cómo va el desempeño de la economía en la 4T?

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El pasado 30 de enero el Instituto Nacional Estadística y Geografía (Inegi) publicó la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) de México durante el cuarto trimestre de 2019. La publicación confirma la tendencia decreciente que ya venía mostrando nuestra economía desde el tercer trimestre de 2018, cuando creció 2.5% respecto al mismo trimestre del año anterior. Aunque como lo muestra el cuadro siguiente, parece que la tendencia decreciente se presentó en el segundo trimestre de 2019, ya que ahí se observa un punto de inflexión. Puesto que durante el tercero y cuarto trimestre la economía ya no continuó cayendo, es previsible que en los siguientes trimestres de este año nuevo el PIB registre ya tasas de crecimiento positivas.

 

Estimación oportuna del Producto Interno Bruto al cuarto trimestre de 2019 (variación % real respecto a igual periodo del año anterior)

Concepto 2018 2019*
II III IV Anual I II III IV Anual
PIB Total 3.0 2.5 1.4 2.1 1.2 (-) 0.9 (-) 0.3 (-) 0.3 (-) 0.1
 Actividades Primarias 2.7 1.0 0.9 2.4 1.5 (-) 0.2 5.4 1.9 1.9
 Actividades Secundarias 2.3 1.0 (-) 1.4 0.5 (‑) 0.5 (‑) 3.0 (‑) 1.4 (‑) 1.8 (‑) 1.7
 Actividades Terciarias 3.5 3.3 2.6 2.9 1.9 (-) 0.1 0.1 0.2 0.5

*Cifras Preliminares. La estimación oportuna no reemplaza a la estimación tradicional. Fuente: Inegi.

 

La caída en la actividad económica ha generado un amplio debate en los medios de comunicación y redes sociales. No era para menos, el arribo de un nuevo gobierno que prometió sepultar el modelo económico neoliberal e impulsar un cambio de régimen está a prueba. Los principales argumentos que vierten los críticos del gobierno de AMLO atribuyen que la cancelación del aeropuerto internacional de la Ciudad de México fue un factor que afectó las expectativas positivas del sector empresarial y por ello cayó la inversión. Otros hablan que la caída en la inversión pública durante 2019 arrastró la caída en la inversión privada. Algunos más se refieren que el estilo personal de gobernar de AMLO está ahuyentando la inversión productiva. Otros, se refieren a que no sólo disminuyó el PIB sino también el comercio exterior y la inversión extranjera, atribuyendo a errores en el diseño de políticas del nuevo gobierno.

Sin embargo, conviene hacer un balance, no sólo del desempeño del PIB, sino de otras variables macro para hacer una reflexión más completa de cómo va la economía de México en el primer año de la llamada 4T. El cuadro que aparece más abajo, muestra el último año del gobierno previo al inicio del sexenio, tanto de Enrique Peña Nieto como de López Obrador; esto con el fin de ver cómo se recibió la economía y cuál fue el desempeño durante el primer año del nuevo gobierno. Un primer dato que sobresale es que a inicios de ambos gobiernos hay una caída en el PIB; el primer año de Peña Nieto el PIB cayó a 1.1%, mientras que el año previo fue de 3.9%, lo mismo ocurrió con López Obrador, el PIB cayó a -0.1% mientras que el año previo fue de 2.5%, fue más fuerte la disminución en el primer año de Peña Nieto que con AMLO.

 

Políticas y Desempeño de las Principales Variables Macro Económicas a Inicio de Sexenio

 

Variables

Enrique Peña Nieto               Andrés M. López Obrador
Anual 2012 Anual 2013 Anual 2018 Anual 2019
PIB 3.9% 1.1% 2.5% (-) 0.1%
Inflación 2.84% 3.56% 4.28% 2.74%
Tipo de Cambio 12.85 p/d 13.08p/d 19.65p/d 18.86p/d
Salarios Mínimos 62.33 (4.19%) 64.76 (3.9%) 88.36 (10.4%) 102.68 (16.2%)
Tasa de Interés 4.5 3.5 8.25 7.25
IED mmdd 21.8 48.2 33.6 26.9
Exportaciones mmdd 370.8 380.0 (2.5%) 450.6 461.2 (2.3%)
Importaciones mmdd 370.5 381.2 (2.9%) 464.3 455.3 (-1.9%)

Fuente: Elaboración propia con base en Inegi, Secretaría de Economía y Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Sin embargo, una diferencia entre los dos gobiernos es que al inicio del sexenio de Peña Nieto se combinó una caída en el PIB con un aumento de la inflación (pasó de 2.84% a 3.56%), una depreciación del tipo de cambio (de 12.85 a 13.08 pesos por dólar) y un empeoramiento de la balanza comercial, ya que aún con un PIB decreciente las importaciones continuaron creciendo, pasaron de 370.5 miles de millones de dólares a 381.22.

En contraste, en el primer año de gobierno de AMLO bajó el PIB pero se logró controlar el aumento de la inflación, del tipo de cambio y disminuyeron (-1.9%) las importaciones logrando un superávit en la balanza comercial. Otra diferencia sustancia es la política salarial. Drante el sexenio de Calderón y la mitad del gobierno de Peña Nieto, el aumento de los salarios mínimos era apenas por arriba de la inflación. En cambio, con la administración de AMLO ha impreso su sello en el aumento de los salarios mínimos: durante 2019 crecieron 16.2%  y durante el presente año 2020, aumentaron 20% adicional,  quedando este año en 123.22 pesos por día. Este aumento de más de 36% en dos años echa por tierra aquel temor, manejado por varios gobiernos. de que un aumento significativo del salario lo único que provocaría era un aumento de la inflación, como lo muestra la evidencia esto no ocurrió.

El manejo de la tasa de interés y la política de inversión extranjera (IED) ha sido muy parecido a los gobiernos anteriores. En el mundo globalizado en el que está inmerso México sería un error salirse de esos esquemas de política económica. La inversión extranjera en 2019 ha seguido fluyendo es cierto, flujos más bajos que el último año de Peña Nieto, pero cuya caída es explicada por la desaceleración de la economía mundial. Justamente no debemos dejar fuera del análisis la caída de las principales economías del mundo, incluido Estados Unidos. En la publicación “Perspectivas de la economía mundial al día” del Fondo Monetario Internacional (FMI) muestra una marcada caída del PIB mundial, durante 2018 promedió 3.6%, mientras que en 2019 2.9%. Las economías avanzada cayeron de 2.2% a 1.7%; las economías de mercado emergentes, donde se encuentra México, pasaron de 4.5% a 3.7%; esto por supuesto que arrastra a una caída en el comercio mundial y en el precio de las materias primas.

Para este año 2020, el FMI pronostica una leve recuperación de la economía mundial a 3.3%, y para 2021 de 3.4%; pronóstico que tal vez tenga que ajustarse ante la aparición de la pandemia del coronavirus que está provocando estragos en la economía China. Este coloso del oriente se estima que va a perder hasta 1% del PIB, y en lugar de crecer a 6% este año crezca a 5%, lo cual afectará en cadena a otras economías desarrolladas y en desarrollo.

Por tanto, ni todo va mal, ni todo va bien en la economía mexicana; la caída en la actividad económica trajo consigo aumento en el desempleo, en el mercado interno, fenómenos que se reflejan en la confianza empresarial. Existen varios proyectos aun construcción, uno de ellos es la inversión pública, otros, los mega proyectos como el Tren Maya, la refinerías de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía que aun están en sus etapas iniciales. Además, en noviembre pasado se anunció que gobierno e iniciativa privada impulsarán 147 proyectos de infraestructura en todo el sexenio por un monto de 859 mil millones de pesos.

Es evidente que existe desconfianza de los grandes empresarios de México hacia el gobierno de López Obrador. El cambio de régimen que está impulsando este gobierno no puede ser terso, cualquier política que tienda a favorecer ahora a los sectores más vulnerables, el sector empresarial las interpreta como un golpe a su margen de ganancia. Como dice AMLO, solo la política, usada para la conciliación y la construcción de acuerdos puede ayudar al nuevo gobierno a navegar entre las aguas turbulentas que le imponen sus críticos y los poderosos poderes fácticos, nadie dijo que enfrentar eso era una tarea sencilla.

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